La patronal de estaciones de servicio CEEES ha pedido este viernes rebajar el IVA de los carburantes del 21% al 10%, frente a las propuestas del comité de expertos para la reforma fiscal de meterles un "impuestazo" y de igualar la fiscalidad del diésel y la gasolina.
La organización empresarial ha advertido de que de llevarse a cabo esta equiparación impositiva, el precio del diésel se vería incrementado en alrededor de 11,5 céntimos, ya que, aunque la diferencia entre el Impuesto Especial de uno y otro carburante es de 9,4 céntimos, a esa cantidad hay que sumarle el IVA.
"En el sector de los carburantes se practica la doble imposición. El IVA se calcula a la suma de precio sin impuestos más Impuesto Especial, con lo que la Administración cobra un impuesto sobre un impuesto", denuncia.
Así, la patronal de gasolineras avisa de que esa subida de 11,5 céntimos por cada litro de gasóleo se traduciría en incrementos de más de 6,30 euros a la hora de llenar el depósito medio de un turismo diésel.
Además, el comité de expertos para la reforma fiscal sugiere un aumento adicional de la fiscalidad de los combustibles de automoción de 5,4 céntimos por litro antes de aplicar el IVA.
En total, las medidas de este grupo de expertos sobre los carburantes supondrían un incremento del 15,47% en el precio de la gasolina (más de 14 euros por depósito) y del 29,19% en el del gasóleo, que se situaría prácticamente en los dos euros por litro, denuncia CEEES.
De ese modo, con ese precio de venta, llenar un depósito de diésel costaría más de 107 euros, "24 euros más que los elevadísimos precios que consumidores y estaciones de servicio" ya pagan a día de hoy. En los últimos doce meses, el llenado de un coche estándar se ha encarecido más de 17 euros.
Frente a esta propuesta del grupo de expertos designado por el Gobierno, CEEES pide una rebaja temporal del IVA que grava los carburantes, del 21% al 10%, del mismo modo que se ha hecho con la electricidad, medida que se traduciría en ahorros de casi 12 euros a la hora de llenar el depósito.
"Después de cerrar 2021 con un IPC del 6,5% y acabar el mes de febrero con una variación interanual de la inflación del 7,4%, no entendemos cómo el Gobierno puede siquiera plantearse un incremento de la fiscalidad sobre los carburantes. Los precios están más altos que nunca y la demanda se resiente", ha subrayado el presidente de CEEES, Jorge de Benito.
El máximo responsable de la confederación ha denunciado que las pequeñas y medianas empresas de estaciones de servicio están sufriendo una caída de la demanda por culpa de la escalada de precios.
"El 'impuestazo' que está en la mesa de la ministra de Hacienda supondría la puntilla no sólo para nuestro sector, sino para el conjunto de la economía española en general, que perdería competitividad de la noche a la mañana", ha advertido.