Berlusconi hizo esta afirmación en un mensaje destinado a los seguidores de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), en el que aseguró que la oposición “quiere abrir de par en par las puertas a los ciudadanos extranjeros” y la calificó de “antinacional” y “antiitaliana”.
El mandatario invitó a los italianos a que se movilicen a su lado “para defender la libertad” y que aquellos “que no se reconozcan en la izquierda” formen “un ejército del bien contra el ejército del mal y del odio”.
“Una fuerza popular, un verdadero ejército de defensores y promotores de la libertad, compuesto por hombres, mujeres y jóvenes, de italianos que toman partido y se comprometen a defender y promover, como los paladines, la libertad”, afirmó.
Berlusconi se refirió asimismo a la publicación por parte de los medios de comunicación de las escuchas telefónicas surgidas durante las investigaciones, sobre las que comentó: “Estamos todos sometidos al control de los teléfonos. Es un estado policial. Es un sistema bárbaro”.
“Cada día –dijo– hay ataques a la libertad. Cuando uno coge el teléfono y teme poder ser grabado. Esto es un ataque a la libertad porque la privacidad es un derecho fundamental”.
Berlusconi se refirió también a las informaciones publicadas por algunos medios de comunicación sobre la existencia de tensiones y diferencias internas en el seno de su partido, que tachó de “pura fantasía” y subrayó que se trabaja “desde la estima, la consideración y el total afecto”.