La Fiscalía pedía nueve meses de cárcel por un delito de resistencia a la autoridad para el acusado, quien fue juzgado en ausencia porque se estaba en Panamá
Álvaro de Marichalar, absLa Audiencia de Barcelona ha absuelto al empresario Álvaro de Marichalar del delito de resistencia a la autoridad de que estaba acusado por encararse con los mossos d'esquadra que trataban de protegerlo de una protesta independentista tras el 1-O.
En su sentencia, avanzada por el periódico "El Mundo" y a la que ha tenido acceso EFE este lunes, la Audiencia concluye que no hubo "acometimiento físico" por parte del acusado a los agentes y que su "oposición verbalizada" a ser apartado de la manifestación independentista "es entendible desde la óptica de un ciudadano que está ejercitando su legítimo derecho" a la protesta.
La Fiscalía pedía nueve meses de cárcel por un delito de resistencia a la autoridad para el acusado, quien fue juzgado en ausencia porque se encontraba en Panamá, dando la vuelta al mundo en moto de agua para protestar por la presencia de plásticos en los océanos.
Según cree probada la Audiencia, Álvaro de Marichalar, hermano del exesposo de la infanta Elena, Jaime de Marichalar, se apostó en la plaza Sant Jaume a primera hora de la mañana el 26 de octubre de 2017, un día antes de la declaración unilateral de independencia (DUI), con una pancarta en contra del Govern de Carles Puigdemont y de una eventual declaración de independencia.
Poco después, un grupo de estudiantes favorables a la independencia llegó a la misma plaza Sant Jaume, que en los tensos días que siguieron al referéndum unilateral del 1-O era escenario habitual de manifestaciones de uno y otro signo político.
Según la sentencia, ante el "riesgo" de que se desencadenasen desórdenes públicos y para preservar su seguridad física, un subinspector de los Mossos que estaba al mando del operativo "ordenó que se acompañara al manifestante" al interior del Palau de la Generalitat, lo que hicieron dos agentes cogiéndole cada uno de ellos por un brazo.
Como quería regresar a la manifestación, el procesado espetó a los agentes que no eran policías, lo que comportó que uno de ellos le diera "dos empujones", tras lo que lo llevaron a una sala apartada donde se golpeó con la cabeza en la puerta, añade el fallo.
Ello motivó que los Mossos d'Esquara lo redujesen, le pusieran las esposas y, tras caer al suelo, lo llevaran a una sala en la que acabó por quedarse sentado.
En opinión de la sala, si bien es "comprensible" la actuación de los agentes con la intención de evitar desórdenes públicos o de velar por la seguridad del ciudadano, la reacción "negativa" del acusado a abandonar el lugar donde estaba ejerciendo su derecho a manifestarse es también "comprensible y entendible".
El tribunal considera, a la luz de las imágenes de los hechos y de la declaración de los agentes, que la conducta del acusado fue "si bien discrepante, correcta, dialogante", en el interior el edificio de la Generalitat, sin que se apreciara ningún tipo de acometimiento por su parte a los agentes.
Unos días después del altercado, Álvaro de Marichalar escribió en su cuenta de Twitter que los Mossos d'Esquadra le habían "secuestrado", en referencia al incidente.