Las bombas hicieron explosión en un club de rugby, donde los congregados veían el partido que España ganó por 1-0 a Holanda en una pantalla gigante al aire libre, y en un restaurante de comida etíope, donde también se observaba la final.
En un principio, el jefe de la Policía ugandesa, Kale Kaihura, indicó que había más de 20 muertos, cifra que posteriormente pasó a medio centenar y que esta mañana se situaba en 64 fallecidos confirmados y unos 70 heridos.
Aunque no se ha confirmado la autoría de los atentados, Kaihura apuntó a la milicia radical islámica somalí de Al Shabab, vinculada a Al Qaeda y que había amenazado previamente con atacar en Uganda y otros países de la zona.
"Esto es un acto terrorista, eso está claro, y ustedes conocen las declaraciones de Al Shabab y Al Qaeda", indicó Kaihjura.
Uganda, junto con Burundi, aporta tropas a la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), amenazada por Al Shabab, que pretende derrocar al Gobierno apoyado por la comunidad internacional y controlar el país.
Durante el Mundial del Fútbol, Al Shabab y otras milicias radicales islámicas prohibieron en Somalia a los residentes de las zonas bajo su control ver los partidos por televisión.
De confirmarse su autoría en estos atentados, sería la primera vez que este grupo realiza atentados con explosivos fuera de Somalia.
Al Shabab, que cuenta con el apoyo de cientos de combatientes extranjeros de Al Qaeda, también pretende extenderse por otros países del este de África y crear un estado musulmán radical de corte wahabí.