Fernando Torres está de enhorabuena. Hace poco más de una semana la 'Roja' celebraba la victoria en el Mundial de Sudáfrica y ahora el futbolista no tiene otra cosa en mente que cuidar de su mujer, Olalla Domínguez, que está esperando un nuevo bebé. Con una niña de tan sólo un año, Nora, la pareja está a punto de ampliar la familia, tal y como publica el periódico británico 'Daily Mail '.

Se casaron hace un año y su niña ha cumplido un año este mes, pero el amor que siente el uno por el otro es incondicional. Después de 9 años de relación y según las fotografías que publica Daily Mail, Fernando y Olalla fueron vistos paseando por las calles de La Coruña presumiendo de barriguita mientras se dirigían al aeropuerto de la ciudad gallega. Aún no se sabe el destino del vuelo que cogieron allí.

Lo más probable es que Fernando y Olalla, de 26 y 25 años respectivamente, se dirigiesen a algún plácido lugar donde pasar unas vacaciones que el futbolista tiene muy merecidas después de la liga de fútbol y el Mundial, para prepararse para la nueva temporada que comenzará el 15 de agosto.

'El niño' parece encantado con el nuevo bebé. Con los casi 17 millones de euros que se estima que cobra en el Liverpool, no es de extrañar que Torres se vea capaz de esto y de mucho más.

Mientras tanto se especula mucho sobre el futuro profesional de Fernando. Chelsea, Manchester City y Barcelona han sido mencionados como posibles clubes que pueden fichar a Torres y otros muchos madrileños siguen esperando que vuelva algún día al Atlético de Madrid. A pesar de todo, el entrenador del Liverpool, Roy Hodgson, insistía la semana pasada en que Torres no está en venta.

"Me he reunido con Fernando. Le encontré muy contento y tuvimos una agradable conversación. Hasta donde nos concierne él es un jugador del Liverpool y queremos que siga siéndolo. No está en venta y no queremos ninguna oferta por él, sino mantenerlo", decía Roy para el Daily Mail.

Pero el principal condicionante para el futuro de Fernando Torres es la lesión muscular que padece. El futbolista no se había recuperado del todo para el Mundial y, por más que lo intentó, sólo consiguió lesionarse de nuevo. Por ello los representantes del Liverpool volaron a España la semana pasada para ver cómo evoluciona su lesión.