El acusado, M. S. A, provocó una explosión y posterior incendio de los ascensores del bloque, situado en el Polígono San Pablo de Sevilla, vertiendo sobre ellos el gasóleo que portaba en una botella y prendiendo fuego a continuación, lo que puso en peligro las vidas de los moradores de las 40 viviendas afectadas.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, le condena por un delito de incendio con riesgo para la vida de las personas y por las lesiones concretas que sufrió uno de los vecinos, que al intentar auxiliar a su madre tuvo que romper un cristal y sufrió heridas en la mano y el brazo de los que tardó en curar 20 días.
M. S. A. sufre una esquizofrenia y síndrome de dependencia a cocaína y heroína.