Cantores de Híspalis revolucionó el mundo de las sevillanas
Hablar de Pascual González es hablar de Sevilla, de esa Sevilla cofrade y festera, bética y sevillista, culta y popular, dual en una palabra. En uno de los salones del trianero Hotel Abba, sentado, tranquilo y con brillo en los ojos, habla y habla de su Sevilla y de sus Cantores.
Los orígenes artísticos de esta bestia creativa se remontan a su infancia, pero fue en 1970 cuando, acompañado de un salmantino llamado Luis Sevillano, ironías del destino, viaja a Centroeuropa formando el dúo América Dos con el que parchean y cantan ritmos sudamericanos en bares y pubs de Berlín o Basilea. Con algo de parné y después de haber dejado su arte Sudamérica y Nueva York, corría el año 1976, vuelven a Salamanca donde montan una sala de espectáculos.
¿Como se gesta Cantores de Híspalis?
–Estando en Salamanca sentí que quería hacer música sevillana y ya le puse nombre al grupo. A los pocos días de llegar a Sevilla, estando en el Arco de la Macarena, me encontré con José Antonio Rua (El Canijo), miembro de Los Macarenos junto a Juan Luis Calceteiro (Juani), Rafael Ojeda (Falín) y Ricardo Pujol, que se acababan de separar.
En principio formamos un trio con Canijo y Juani, pero éste tenía que irse a la mili por lo que fichamos a Falín para sustituirlo y ya se formó el cuarteto. En el 90 se van Falin y Canijo y entran Mario y Carlos, los hermanos Ruiz, que hoy en día siguen perteneciendo a la formación. Son ya más de 30 años de Cantores con solo seis miembros y nueve formaciones diferentes. Cantores de Híspalis rompe en 1986 con el LP Gente Buena que fue el primer disco de platino de sevillanas, en el 87 sacamos Danza, obra cumbre hasta ese momento, con el que en la feria del 88 conseguimos traer a la Royal Philarmonic Orchestra de Londres a hacer el “concierto por sevillanas”, que fue la culminación de un trabajo hecho desde el corazón. Ya más recientemente hicimos Sevilla Reza Cantando y La Taberna de los Poetas.
Háblenos de sus sevillanas cofrades
–La primera que hice fue en 1980. Eran ocho sevillanas seguidas dentro del disco A Ti Sevilla. En el 83 creo Costalero de Sevilla, dedicada a un cofrade malagueño que decía que en Sevilla los pasos llevaban ruedas. Años más tarde conseguimos grabar El puente te está esperando, no sin antes convencer a los directivos deHispavox de que se hiciera como yo quería, con el tempo que tenía en mi cabeza, no el de la sevillana de baile clásica y recitando en el encabezamiento de cada corte. A los puristas les costó digerirlo pero se convirtió en el disco de sevillanas del año. Ayudó mucho que Antonio Burgos dijera que Cantores de Híspalis habían cambiado la hora de la feria, ahora siempre eran las 4 de la tarde. Al año siguiente llegó Silencio, numero 1 en ventas en España. La última vuelta de tuerca fue Nazareno gitano, una marcha de Semana Santa cantada y que ha resultado ser la obra más veces versionada de la historia musical cofrade. En 1995 conseguí ganar el certamen nacional, en el Lope de Vega, con las sevillanas del Cachorro.
¿Y la feria de abril?
–La feria es el mejor lugar del mundo para hablar de Semana Santa (risas).
¿Qué planes tienen para el futuro?
–El 11 de febrero Málaga nos da un homenaje por los 25 años de un tema que le hicimos al carnaval, allí cantaremos una nueva versión que hemos creado. El 17, en Sevilla, junto a una plataforma de artistas plásticos, celebraremos el 175 aniversario del nacimiento de Gustavo Adolfo Bécquer y ya el 23 presentaremos, en el Hotel Alcora, La Pasión según Andalucía. Pero de esto ya hablaremos en la próxima entrevista.