Asimismo, el desplome, a su entender jurídico, fue "imprevisible" e incluso "inevitable". "Las cosas a veces resultan inevitables, como consideramos que fue el colapso de la cimbra", ha señalado el representante del Ministerio Público, que ha incidido en que de hecho no se han aclarado con "certeza" las causas del accidente, puesto que los peritos encargados de analizar lo que ocurrió han apuntado tan sólo como "hipótesis" el aflojamiento de los tornillos o la rotura de las soldaduras en el marco trasero de la cimbra.
"No obstante los peritos ya manifestaron que desconocen si el desplome se hubiera producido aunque se hubieran revisado todos y cada uno de los tornillos y las soldaduras de manera visual", ha mantenido.
El fiscal ha reconocido que lo que pasó fue un "desgraciado accidente" con consecuencias "catastróficas", puesto que causó la muerte de seis personas y resultó con cinco heridos más, e incluso que ha transcurrido mucho tiempo para iniciar la vista oral, si bien ha atribuido a lo "complejo" de la causa y a la necesidad de practicar muchas pruebas la instrucción prolongada hasta bien entrado el año 2009. "No se ha parado un solo momento y nadie ha escatimado esfuerzos en medios materiales y personales", ha indicado.