Los pistoleros afirman que la sucesión de ilegalizaciones, encarcelamientos o detenciones busca acabar con la izquierda abertzale o intimidar a su militancia. Al hilo de esta declaración de siniestras intenciones, el diario La Razón se hacía eco ayer de unas declaraciones que atribuye a un alto cargo del Gobierno en las que éste habría comentado: “desde luego nos sentaremos, pero en el locutorio de la cárcel para mirarlos”.
Dadas las circunstancias, la banda terrorista sigue con capacidad de matar -como lo demostró recientemente- aunque hay que reconocer que la presión policial y judicial le está haciendo un daño enorme.
Mientras tanto, los palmeros de los terroristas, léase la izquierda abertzale más radical, léase incluso el propio Gara, continúan intentando hacer creer que los vascos están siendo pisoteados todos los días por España. Son los terroristas y sus adláteres quienes pisotean los derechos de los ciudadanos.
