El entorno del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha negado este martes que éste represente de algún modo los intereses de empresarios españoles en Venezuela, en respuesta a las acusación realizada en este sentido por el ex ministro de Petróleo del país caribeño Rafael Ramírez.
Ramírez aseguró el lunes en una entrevista concedida al medio venezolano Noticiero Digital que Zapatero ejerce como representante de empresarios españoles que han recibido un contrato para explotar la Faja Petrolífera del Orinoco.
"Representa a una gente, unos españoles de apellido Cortina, que han recibido un proyecto en la Faja", dijo. "De ahí viene su apego a la democracia y el diálogo", añadió.
Ramírez fue ministro de Petróleo y presidente de PDVSA durante los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro pero fue defenestrado el año pasado. La Fiscalía le investiga por un supuesto saqueo a la petrolera estatal, si bien él denuncia una persecución por sus críticas a la gestión del actual Gobierno.
Preguntado por Europa Press acerca de esta acusación, el entorno de Zapatero ha contestado que dicha información "es una falsedad absoluta para dañar la reputación de quien realiza una difícil y desinteresada tarea en favor de la paz en Venezuela".
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha considerado "vergonzoso" que se haya acusado a Zapatero de tener intereses en concesiones petrolíferas en Venezuela. Además, ha negado que el Gobierno haya imprimido un "cambio de 180 grados" en la política hacia Caracas.
POSTURA ESPAÑOLA
Borrell defendió el lunes, en el Consejo de ministros de Exteriores, que la Unión Europea contribuya a facilitar el diálogo entre Gobierno y oposición, sin vincular esta facilitación a la retirada de las sanciones que la UE ha dictado contra dirigentes venezolanos.
La postura española ha suscitado las críticas de un sector de la oposición. Así, Lester Toledo, coordinador internacional de Voluntad Popular, el partido político de Leopoldo López, ha acusado a Borrell de alinearse con "la tesis cómplice" de Zapatero.
El ex presidente ejerció de mediador en el último intento de diálogo entre Maduro y sus críticos. Las conversaciones fracasaron y la oposición acusó a Zapatero de ayudar al Gobierno a ganar tiempo para dejar a sus rivales sin margen de maniobra de cara a las elecciones presidenciales del pasado 20 de mayo.