El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha decidido adelantar las elecciones autonómicas gallegas al 5 de abril y Galicia volverá a ir a las urnas de la mano de Euskadi, como ha hecho en las últimas tres convocatorias.
Feijóo ha reunido esta tarde a su Gobierno y ha convocado a los medios para comunicar su decisión, que han confirmado a Europa Press fuentes del Gobierno autonómico, poco después de que el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, anunciase el adelanto vasco.
Las elecciones gallegas cogen al espacio rupturista, Cs y Vox sin candidato
La convocatoria electoral en Galicia para el próximo 5 de abril ha cogido sin candidato al denominado espacio rupturista, a Ciudadanos y a Vox.
En principio, también al propio PPdeG, a falta de que Núñez Feijóo confirme su candidatura a la reelección, también carece de candidato, si bien los estatutos de este partido, cuya junta directiva se reunirá por tal motivo mañana martes a las 12:30 horas, señalan que el presidente del partido es el candidato a la Presidencia.
El PSdeG, con Gonzalo Caballero llamado a liderar una alternativa en caso de que el PPdeG no consiga la mayoría absoluta ni tenga con quien pactar, hace tiempo que zanjó esta cuestión con críticas por su rapidez para postularse.
En el BNG, otra de las fuerzas que se considera que sería necesaria para lograr una coalición alternativa al PPdeG, también han cerrado ya esta cuestión con Ana Pontón como candidata, al igual que en 2016.
Es en el denominado espacio rupturista donde más dudas hay, ya que las formaciones que en 2016 consiguieron ser segunda fuerza en el Parlamento, con 14 diputados, bajo el paraguas de En Marea, se hallan en un debate de cómo concurrir a los comicios autonómicos.
Por una parte, En Marea, que se ha quedado con la marca y agrupa a algunas de las denominadas mareas municipalistas, ha quedado relegada a un papel menor tras los comicios generales de abril, con apenas un 1 %, y decidió no presentarse en noviembre.
En el Parlamento se ha roto el grupo parlamentario, de modo que hay 9 diputados por una parte y 5 por otra.
Podemos y Esquerda Unida, al igual que en el conjunto del Estado pretenden ir unidos y negocian, de momento, con fuerzas como Anova, y también con integrantes de otras mareas municipalistas; las más fuertes y que en las municipales de 2015 llegaron al poder en A Coruña, Santiago y Ferrol, aunque en 2019 fueron desalojadas del poder por gobiernos en minoría del PSdeG.
Ciudadanos, sin representación autonómica ni diputados en el Congreso por Galicia, y apenas dos docenas de concejales en toda la comunidad, tampoco tiene candidato a la espera de que el portazo de Núñez Feijóo a la fórmula Mejor Unidos se levante.
Y tampoco tiene candidato Vox, si bien su situación es aun peor que la de Ciudadanos, sin representación.
Atendiendo a los resultados de las cuatro elecciones realizadas en Galicia en 2020 -las generales de abril y noviembre y las municipales y europeas de mayo- la abstención y la división de voto tradicional del PP, con opciones como Ciudadanos y Vox, serán dos elementos a tener en cuenta para las aspiraciones de la formación de Núñez Feijóo para seguir en el Gobierno gallego.
Ciudadanos se hundió en Galicia al igual que en el conjunto de España en los comicios de noviembre y perdió a sus dos únicas diputadas, logradas siete meses antes, mientras que su representación es inexistente en el Parlamento autonómico y testimonial en los ayuntamientos.
Vox, en cambio, logró subir casi 30.000 votos y superó las 100.000 papeletas, si bien tampoco tiene presencia en la Cámara gallega ni en los ayuntamientos.
En las generales de abril el PSdeG, encabezado por Gonzalo Caballero, que ya es el candidato a las elecciones gallegas consiguió por primera vez ser la primera fuerza en Galicia, por delante del PP; lo que repitió un mes después en las elecciones europeas.
En cambio, en las elecciones municipales de este mismo día de mayo fue el PP la primera fuerza en Galicia, con un empate técnico con el PSdeG en cuanto a número de votos; una situación muy similar -menos de un punto y 10.000 votos de ventaja- a la que se produjo en las generales de noviembre.
Los socialistas confían en mantener y superar esta barrera del medio millón de votos -inédita desde marzo de 2009 y que no llegó para mantener la Xunta- y en que las diferentes formaciones como Podemos, Esquerda Unida y Anova, además de En Marea, se presenten finalmente como se presenten, así como el BNG puedan aportar los diputados necesarios hasta sumar 38 actas.
Precisamente la forma en que las diferentes fuerzas del autodenominado espacio rupturista se presenten y con qué candidatos es otra de las incógnitas que los gallegos verán despejada en los próximos meses, ahora en semanas.