Trabajadores en residencias privadas han lanzado este miércoles pañales contra la sede administrativa de la Xunta en Santiago de Compostela en protesta por las condiciones laborales en las que desarrollan su actividad y por la falta de intención de la patronal de negociar un nuevo convenio.

A continuación, han emprendido una marcha que los ha llevado por las calles del centro de la capital gallega, que han recorrido mientras portaban pancartas con mensajes reivindicativos acerca de su situación y entonaban consignas como "Trabajos de cuidados, bien remunerados", "No somos esclavas, somos trabajadoras" o "Menos discursos, menos tonterías. Más residencias y centros de día".

La manifestación ha sido secundada por los tres sindicatos mayoritarios en Galicia, CIG, CCOO y UGT, que mantienen para mañana jueves a las 22.00 horas el inicio de una convocatoria de huelga para denunciar la situación en este sector.

Las organizaciones sindicales han coincidido en señalar la falta de voluntad de negociación por parte de una patronal que, según denuncian, se niega a aplicar las mejoras salariales pactadas con anterioridad y a acordar un nuevo convenio que permita "dignificar" las condiciones de trabajo.

Asimismo, han cargado contra los servicios mínimos del 100 % decretados por la Xunta, que consideran "abusivos" y que, han adelantado, recurrirán, puesto que impiden ejercer el derecho a huelga.

La secretaria nacional de CIG-Servizos, Transi Fernández, ha tachado de "escándalo" esta decisión del Gobierno gallego y, sobre los trabajadores de residencias, ha apuntado que desempeñan su labor "en una situación muy precarizada" pese a ser un sector considerado "esencial durante la pandemia".

Por su parte, la responsable de residencias de CCOO-Sanidade, Iria Estévez, ha lamentado que la precariedad en el sector vaya camino de "convertirse en crónica" y se mantengan salarios "por debajo del salario mínimo interprofesional" para los trabajadores.