El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y agentes medioambientales de la Xunta recuperaron el domingo un ejemplar de suricata, que tenía un microchip puesto en Portugal, que deambulaba por el municipio pontevedrés de Ponteareas.
Según informa el Instituto Armado, un ciudadano avisó de que había visto al animal entrando y saliendo de una finca del barrio de Abelleira, en la parroquia de Angoares. Así, los agentes se trasladaron hasta el lugar, comprobaron la veracidad del hallazgo e informaron a los propietarios del terreno.
Una vez la capturaron, los actuantes comprobaron que la suricata estaba identificada mediante un microchip. De este modo, fue trasladada al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje que la Xunta tiene en Carballedo para realizarle un control veterinario hasta localizar a sus dueños.
Finalmente, se comprobó que el chip había sido colocado en Portugal, por lo que se solicitó la colaboración de la Guardia Nacional Republicana de Portugal para localizar a su responsable.
El Seprona recuerda que la legislación española permite poseer una suricata como mascota, ya que, pese a ser una especie exótica, no está considerada como amenazada ni invasora. Eso sí, es necesario tener un control sobre estos animales para evitar que se escapen y provoquen algún daño a especies autóctonas.