La Policía Nacional de Motril ha desarticulado un clan familiar integrado por individuos de origen magrebí que estaría dedicado al tráfico de importantes cantidades de estupefacientes, cocaína y hachís, desde Málaga, en vehículos de alquiler, hasta su entrega en diferentes puntos de venta situados en la localidad costera granadina.
Uno de los miembros fue detenido durante el registro domiciliario realizado en un céntrico piso de esta que utilizarían tanto para albergar la droga antes de su distribución, como para su venta directa al por menor, lugar en el que se han intervenido medio kilo de cocaína y cerca de cinco kilos de hachís. Los otros dos miembros del grupo, incluido el líder, comparecieron directamente ante la autoridad judicial, al ser conocedores del interés policial sobre su detención. La autoridad judicial ha dispuesto el ingreso en prisión de todos ellos.
La investigación la iniciaron agentes del Grupo de Estupefacientes de la comisaría de Motril a comienzos del presente año tras recibir cierta información que apuntaba a la existencia de una trama familiar integrada por individuos de origen magrebí que estarían dedicándose a proveer de importantes partidas de sustancias estupefacientes, cocaína y hachís, a diversos puntos de venta repartidos por la ciudad de Motril.
El análisis de la información obtenida en las primeras indagaciones permitió centrar las sospechas de los policías en un clan familiar, cuyo principal integrante había sido detenido por agentes de la misma unidad tres años atrás, en posesión de más de un kilo y medio de hachís. A lo largo de la investigación se diseñaron dispositivos de vigilancia y seguimiento en torno al líder del grupo.
Esto permitió identificar a los miembros del núcleo familiar que colaborarían con él en tales actividades y situar un céntrico piso de Motril, como lugar del desarrollo de las mismas. También se averiguó que la droga era transportada en vehículos de alquiler desde Málaga.
De igual forma se determinó que el grupo no se dedicaría en exclusiva a la provisión de pequeñas o medianas partidas de estupefacientes, sino que también contemplaban el suministro al por menor hasta consumidores finales. Una vez concluidas las pesquisas, se realizó un registro en la vivienda objeto de la investigación, lo que permitió la incautación de medio kilogramo de cocaína, cerca de cinco kilogramos de hachís, así como balanzas de precisión, un machete de gran tamaño y documentación de interés para la investigación.
En ese momento fue detenido uno de los investigados mientras que los otros dos componentes del clan abandonaron la localidad y se situaron en paradero desconocido, una vez que fueron conocedores de la actuación policial y del interés en su localización. Finalmente, las continuas gestiones desarrolladas con el objetivo de dar con el paradero de ambas personas, entre las que se encontraba el presunto líder del grupo, hicieron que comparecieran ante la autoridad judicial, quien decretó el ingreso en prisión de los tres investigados.