En una pequeña librería de la calle San Luis de Sevilla, un joven transforma películas de hace más de cien años en obras adaptadas al siglo XXI, a las que añade música electrónica para intentar acercar estas producciones a generaciones que se han criado con el cine en alta definición.
Y es que el cine mudo es una de las pasiones del escritor, dinamizador cultural y librero sevillano Fran Nuño. Ahora lidera un proyecto para acercarlo a los más jóvenes, que, bajo el nombre de ‘El sonido del proyector’ adapta clásicos de hace más de un siglo a la actualidad añadiéndoles música electrónica y creando producciones adaptadas a los nuevos tiempos.
Con esta actividad lleva a la práctica la que es más que una afición en su vida: “fomentar la lectura a través del cine mudo y la música electrónica”, en una tendencia que cada vez está tomando más fuerza, ha asegurado a EFE.
Es por eso que Fran, aficionado a la música electrónica y al cine mudo desde muy joven, ha querido también utilizar este movimiento cultural para su trabajo como dinamizador especializado en la animación lectora.
Un canal específico
Para ello, ha abierto en su canal de YouTube, ‘El canal de Fran Nuño’, un apartado para subir vídeos con cortometrajes o extractos de películas con nuevas bandas sonoras compuestas y producidas por él mismo, utilizando para ello la música electrónica, y recomendando libros relacionados con cada uno de los filmes seleccionados.
En ese canal se pueden ver las adaptaciones, entre otras, de ‘Kiriki, Japanes Acrobats’, de Segundo de Chomón (1907); ‘El piano irresistible’, de Alice Guy (1907) o ‘Rocas rodantes’, de Buster Keaton (1925), mediante adaptaciones de unos minutos con la música elegida, “porque se trata de no hacer vídeos muy largos, sino de acercar versiones reducidas para disfrutarlas y comentarlas”.
Entre las joyas que ha podido tratar se encuentra la versión reducida para la ocasión y coloreada con técnicas actuales de una película británica de 1903, la primera adaptación al cine que se hizo del libro ‘Alicia en el País de las Maravillas’, de Lewis Carroll, dirigida por Cecil Hepworth y PercyStow y protagonizada por May Clark, que en su época fue toda una superproducción, aunque solo se conserva una copia de la película original.
Y no es flor de un día lo que está consiguiendo. A Fran Nuño siempre le ha gustado la música electrónica, y desde muy jovencito hacía prácticas “en un teclado con el legendario ordenador Spectrum”, y programaba este tipo de música electrónica, “y siempre grabando maquetas caseras destinadas a que las viera la familia, algunos amigos y poco más”.
A ello se unió que hace ya bastantes años descubrió “que hay una tendencia de unir música electrónica con el cine mudo”, y no es un dato muy conocido, pero los primeros que lo hicieron fueron los componentes del mítico grupo Pet Shop Boys, “que reinterpretaron la banda sonora de la película ‘Acorazado Potemkin’”, lo que a Nuño le dejó “completamente fascinado”.
Llevar el cine mundo allí donde lo llamen
La idea final también consiste en llevar los vídeos a colegios, institutos, bibliotecas o salas culturales, con una actividad denominada ‘CinematOrigen’, que, tras ver la película, “se completa con una conferencia con la que se va presentando cada obra, contando curiosidades y anécdotas sobre ellas”.
La mayoría de la gente que accede a su obra “desconoce la existencia de figuras tan emblemáticas como la de Chaplin”, de modo que Nuño se puso en marcha para “fomentar, animar a que conozcan tantísimas obras maestras del cine mudo”, y casi todo el mundo se queda “asombrado de lo que ve, porque desconocen esta parte de la historia del cine, donde se veían las imágenes pero no había sonido”.
La pasión de este hombre por el cine mudo no solo ha llegado a las pantallas, sino que, junto al ilustrador Enrique Quevedo, es autor de la novela gráfica ‘Viaje a la Luna’ (Ediciones Sallybooks), una versión de la mítica película de 1902 de Georges Méliès.
Además, en su librería no es raro ver una selección de obras que acerquen el cine sin sonido a quien quiera conocer historias llamativas, como la Alice Guy, la cineasta francesa nacida en 1873 que tiene el honor de haber realizado la primera película de ficción de la historia, una de esas tantas mujeres pioneras cuya vida profesional estuvo tapada por los hombres que la precedieron.