Como acusado de matar de ocho puñaladas a su pareja, de 20, en agosto del 2018
Un jurado popular ha declarado este jueves culpable de un delito de asesinato al hombre de 42 años que ha sido enjuiciado este semana en la Audiencia de Granada como acusado de matar de ocho puñaladas a su pareja, de 20, en agosto del 2018 en la localidad de Dúrcal.
Según ha informado a Efe Francisco Ruiz Baena, abogado de la acusación particular que ejerce la madre y el hijo menor de la víctima, los miembros del jurado han considerado probado que el procesado, Mustapha B., cometió un delito de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco como pareja de la fallecida.
La Fiscalía ha mantenido en sus conclusiones definitivas su petición de 25 años de cárcel, mientras que el resto de acusaciones, tanto la particular como la popular que ejerce la Junta de Andalucía, también solicitan la misma pena de prisión.
Durante la primera sesión del juicio, el acusado aseguró este lunes ante el jurado popular que la víctima se habría clavado ella misma el cuchillo que llevaba en una discusión en un coche, después de que ella sacara el arma blanca y perdiera el control del vehículo en el que se desplazaban.
Aunque no se declaró autor del crimen sí pidió "perdón" a la familia de la víctima al inicio de la vista y señaló también que la pareja tenía discusiones a raíz de la supuesta adicción a las drogas de la chica.
La relación entre ambos comenzó en el 2013 cuando ella era menor de edad, y fue, al cumplir los 18 años, cuando la pareja inició la convivencia en un domicilio de Dúrcal (Granada), en cuyos alrededores, sobre la medianoche del 14 de agosto del 2018, el acusado conducía un vehículo acompañado por víctima, que iba situada en el asiento del copiloto, según el escrito de la Fiscalía.
De acuerdo al relato del Ministerio Público, entonces, con el evidente propósito de causarle la muerte, el hombre esgrimió un cuchillo y se lo clavó hasta en ocho ocasiones.
La joven no pudo defenderse en forma alguna por lo "repentino e inesperado" de la acción, ya que la forma de proceder del procesado "eliminó la posibilidad de reacción" de la víctima.
Resultó con distintas heridas en labios, cuello, hombros, mano, antebrazo y muñeca, y concretamente una de ellas llegó a perforarle un pulmón y el corazón, lo que le provocó la pérdida masiva de sangre y la muerte.
Sobre las 0:20 horas, el acusado, de nacionalidad marroquí, llegó en el vehículo con su pareja al centro de salud de Dúrcal tocando el claxon y, cuando salieron a su encuentro el médico y el celador de guardia, les gritó que la curaran.