Uno de los principales residuos del olivar, para convertirlos en biofertilizantes y biopesticidas y reducir el impacto nocivo de este cultivo
La empresa granadina de biotecnología MAFA ha comenzado una investigación pionera que pretende convertir en alperujo, uno de los principales residuos del olivar, para convertirlos en biofertilizantes y biopesticidas y reducir el impacto nocivo de este cultivo.
La firma con sede en el Parque Tecnológico de Escúzar (Granada), ha iniciado una investigación pionera para diseñar biofertilizantes y biopesticidas a partir de este residuo.
El proyecto Myco-Brow, concedido por el Ministerio de Ciencia e Innovación, cuenta con una inversión de casi un millón de euros y tratará de encontrar componentes bioactivos en este tipo de restos de la olivicultura con el objetivo de aprovecharlos y, además, contribuir a una mayor eficiencia y sostenibilidad del sector.
Esta investigación pionera la dirige la doctora en Ciencias y Tecnologías Ambientales Gloria Andrea Silva Castro, una especialista con más de diez años de experiencia en investigación que está implementando tareas técnicas y prácticas de investigación a nivel de laboratorio para su posterior escalado en planta piloto.
El estudio tiene en cuenta que una almazara media produce 20.000 toneladas de aperujo por campaña que el proyecto Myco-Brow espera optimizar transformándolo con microorganismos beneficiosos para su posterior aplicación en la agricultura.
"Con ello impulsamos la mejora de los procesos de fertilización de ecosistemas degradados y la protección de los cultivos. Y, en paralelo, reducimos el impacto ambiental que tiene la acumulación constante de alperujo", ha explicado en un comunicado el director ejecutivo de MAFA, José Carlos Sánchez Gálvez.
La investigación Myco-Brow pretende avanzar hacia una agricultura sin residuos en concordancia con la legislación europea actual al obtener bioestimulantes y biopesticidas del aperujo.
Este proyecto de I+D se llevará a cabo en la empresa Aceites Sierra Sur, matriz del Grupo Sierra Sur del que forma parte MAFA, y cuenta con la colaboración de la Estación Experimental del Zaidín (CSIC), el Instituto de Ciencia Agraria y el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (CSIC) y la Universidad de Granada.