La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) afirma que los 89 nuevos agentes en prácticas que se incorporan en la provincia de Granada suponen "un parche" que no soluciona el déficit de plantilla que arrastra este cuerpo y que se hace más patente en verano, cuando aumenta la población en numerosas zonas turísticas y a la vez coinciden las vacaciones de un alto número de efectivos.
Desde la AUGC, asociación mayoritaria en el seno de la Guardia Civil, señalan en declaraciones a Europa Press que estos 89 nuevos agentes se incorporan después de haber finalizado su periodo de formación y "la calle cada día es más difícil y la delincuencia y el tráfico de drogas la hace peligrosa", de modo que "deben de formarse ahora en la realidad, que es muy diferente a lo que han aprendido en el periodo académico".
El colectivo lamenta que "Granada se vea agraviada nuevamente por la Dirección General de la Guardia Civil" pues, "una vez más", es de las provincias andaluzas que recibe menos refuerzos, "muy por debajo del resto", y ven "incomprensible que no protesten por ello contundentemente todas las instituciones y organizaciones políticas y sociales".
AUGC denuncia que algunas unidades apenas pueden sacar patrullas a la calle o abrir las dependencias para atender a la ciudadanía. De hecho, el 85 por ciento de los puestos de seguridad ciudadana de la provincia de Granada sólo abren en horario de mañana, y no todos los días, tan solo algunas unidades pueden abrir sus dependencias durante las 24 horas.
La solución pasa a su juicio por cubrir las vacantes e incrementar el catálogo existente, "que ha quedado obsoleto para las necesidades de seguridad actuales en esta provincia" azotada por el cultivo y el tráfico de marihuana. Junto a ello reclaman una reorganización del despliegue territorial de los cuarteles para rentabilizar "los escasos recursos humanos y materiales existentes, que en estos momentos se encuentran dispersos y desorganizados".
Relatan así que la "falta de personal generalizada, y mas aún en los destinos de seguridad ciudadana, donde a diario se hacen malabares para formar una patrulla, y el estado penoso de la gran mayoría de los vehículos oficiales hacen todo un cóctel de riesgos diarios que los agentes deben de soportar, y para colmo la plantilla de la Guardia Civil se viene reduciendo continuamente desde hace una década", con la "frustración profesional que todo ello conlleva".
Agregan que los datos estadísticos demuestran que cuanto menores son las plantillas policiales mayores son los índices de criminalidad y recalcan que Granada se está convirtiendo en "una de las zonas mas peligrosas de Andalucía por el gran problema de la marihuana y otras sustancias estupefacientes".
