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La primera noche del Carnaval es para Fali Ramos

Tras un largo año sin el habitual certamen de coplas, ha sorprendido la poca asistencia inicial al teatro, que no llegó a su media habitual

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Los Piraos.

Los yoyas.

Aquí no pasa ni Dios.

Padre nuestro.

Se abren las bambalinas del Gran Teatro de Huelva en este primer día de concurso con una más que notable organización y una elevada exigencia con respecto a las normativas impuestas por la Covid-19. Tras un largo año sin el habitual certamen de coplas, ha sorprendido la poca asistencia inicial al teatro, que no llegó a su media habitual.

La primera jornada de preliminares comenzó con ciertos cambios por la ausencia de la comparsa de Isla Cristina, ‘Perdiendo el Norte’, que horas antes de su puesta de largo informó de importantes contagios por coronavirus entre sus componentes, imposibilitando su participación. En su lugar, la Federación onubense de agrupaciones y peñas del carnaval colombino (Fopac) consideró incluir en dicho día la participación del dúo carnavalero de Kiko Salas y Juanfran Palacios, que ofrecieron diferentes pasodobles que ambientaron al público asistente, una decisión llena de buenas intenciones pero que, particularmente, pienso que se aleja de los objetivos generales que deben prevalecer en todo momento en el desarrollo del concurso. La calidad de dichos carnavaleros es más que evidente y dejaron muestra de ello en las diferentes interpretaciones.

La primera agrupación de la noche en afrontar el inicio del ansiado regreso del trigésimo octavo certamen de coplas correspondió a una comparsa de Cádiz, ‘Los piraos’, que no llegaron a conectar con el respetable, ofreciendo un repertorio muy por debajo de lo esperado. La comparsa de Andy, componente del grupo musical ‘Andy y Lucas’, al que pudimos ver en el escenario y escuchar en algún solo durante el desarrollo del popurrí, obtuvo una gran ovación tras su primer pase por el escenario, en agradecimiento al esfuerzo de acudir a nuestro concurso con todos los pormenores que ello conlleva.


La segunda agrupación de la noche era de las más esperadas y no sólo en este año. La chirigota de Fali Ramos, ‘Los yoyas’, vuelve al Gran Teatro tras su paso por la modalidad de comparsa y lo hace con la mayoría de los componentes que lo han seguido en su anterior etapa en dicha modalidad. El tipo es un tanto controvertido,  veteranos extoxicómanos con ciertas reminiscencias del pasado que interpretan a la perfección. Una magistral representación a la que este grupo nos tiene acostumbrados. Explicación del personaje al uso de Fali Ramos en su presentación, en la que mantienen en todo momento el tipo, que no lo sueltan hasta el final del popurrí. Pasodobles controvertidos y complicados, en el que no pierden ni un detalle: gestos, maneras, vocabulario, todo un alarde interpretativo de máximo nivel, en el que controlan el potencial que puede ofrecer una de las agrupaciones con más calidad vocal de este concurso. Destacar el segundo pasodoble, en el que dentro del tipo, reivindican la Huelva de siempre, desde aquellos años de San Pedro hasta la Piterilla, en un juego creativo de palabras para abordar, con cerveza de litro en mano, nuestro casco antiguo, “no retornable”. Cuplés con excelente música y estribillo. Lo mejor nos llega al final del popurrí, soltando amarras, donde las voces dejan clara evidencia del potencial de esta chirigota, a la que le queda mucho que ofrecer.

Tras el merecido descanso pudimos disfrutar de la chirigota de Los Palacios - Villafranca (Sevilla), ‘Aquí no pasa ni Dios’, jóvenes chirigoteros que representan a inspectores de la ITV con criterios más que argumentados. Dinámicos, activos y con simpáticos puntos que arrancaron más de una carcajada. Aceptables pasodobles en el que juegan con el tipo y la situación actual del país.

La noche la cierra la comparsa de Alcalá de Guadaira, ‘Padre nuestro’, una grata sorpresa llena de mensajes sociales a través de una exquisita pluma. Grupo muy afinado, compacto y con mucho gusto. Montaje sencillo y sin muchas estridencias que conquistan al respetable. Destacar la tanda de pasodobles -"con cierto aire"- y un popurrí en el que despliegan su potencial. Ovación final para una agrupación que se mete en la pomada del concurso.

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