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Huelva

Doñana, símbolo del deterioro de los humedales en España en su Día Internacional

Organizaciones ecologistas y ambientalistas advierten: "Tras la práctica desaparición de las Tablas de Daimiel, a corto plazo puede también desaparecer Doñana"

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  • Imágenes del Parque Natural de Doñana, a 24 de enero de 2024. -

El parque nacional de Doñana se ha convertido para las organizaciones ecologistas y ambientalistas en el símbolo del deterioro que sufren los humedales en España, coincidiendo con el Día Internacional de estos espacios, que se celebra cada 2 de febrero.

Según Greenpeace, "los humedales son los espacios naturales más amenazados por la acción humana en España que ha perdido más del 60% de sus zonas húmedas". Para la organización, menos de la tercera parte están bien conservadas, "el resto corre riesgo de desaparecer".

"Tras la práctica desaparición de las Tablas de Daimiel, o las graves afecciones al Mar Menor y a la Albufera, a corto plazo, puede también desaparecer Doñana", ha alertado la ONG. "Sequías, como las actuales, agravan la situación: al disponer de menos agua y seguir aumentando las demandas externas, los humedales quedan secos perdiendo su biodiversidad", por ello, consdieran que "urge atajar las causas del daño, principalmente la agricultura y ganadería industriales así como el cambio climático", añaden.

Para Greenpece, la conservación del parque nacional onubense choca "con los intereses económicos de una agricultura industrial e intensiva y la desidia y complacencia de las diferentes administraciones que gestionan este entorno natural". Según la ONG, "desde hace años se están permitiendo ilegalidades en cuanto al uso del agua y al aumento de las superficies regadas"

Por su parte, el Foro de la Economía del Agua ha hecho un llamamiento al consenso y la labor colectiva para la preservación de los humedales y la recuperación de los que están deteriorados.

El presidente del Foro de la Economía del Agua, Francisco Lombardo, ha apelado a la necesidad de buscar consensos para garantizar la supervivencia de estas masas de agua y como ejemplo puso el reciente acuerdo entre el Gobierno de España y la Junta de Andalucía para garantizar el desarrollo sostenible de Doñana, por el que se comprometen a invertir más de 1.400 millones de euros hasta 2027 o el protocolo firmado para la creación y regulación de la Comisión Interadministrativa del Mar Menor.

"Estos ejemplos de consenso nos llevan al optimismo y nos marcan el camino que debemos seguir. Debemos actuar rápido y actuar unidos", ha afirmado Lombardo.

El Foro del Agua apunta a la agricultura somo el principal consumidor de agua dulce y aunque reconoce cierta tendencia a "abusar de los regadíos" apuesta por no criminalizar a los agricultores ni al sector sino por "tomar conciencia del problema y encontrar juntos las soluciones". "Lograrlo exige inversiones que deben acometerse de manera conjunta en tecnificación, desarrollo de intelicencia articial aplicada a explotaciones y en control de los pozos ilegales", ha argumentado Lombardo.

EVIDENCIAS CIENTÍFICAS

Por su parte, WWF ha presentado evidencias científicas del colapso ecológico de Doñana y ha exigido "soluciones urgentes y reales". En un informe alertan de que las actuales presiones han desencadenado un "efecto dominó" de pérdida de biodiversidad que están llevando a Doñana a un punto de no retorno.

Todas las evidencias científicas apuntan a que es la "sobreexplotación del agua, junto con el crecimiento irracional del regadío legal e ilegal, agravado por el urbanismo insostenible en Matalascañas, las razones del deterioro de este humedal, único en el mundo, provocando la caída en picado de su biodiversidad", revela el trabajo, elaborado en colaboración con 30 científicos de los principales organismo de investigación y de varias universidades.

La contaminación de sus aguas, la sobreexplotación del acuífero para el cultivo de fresas o turismo insostenible han deteriorado "significativamente los hábitats y las especies propias de Doñana", según la investigación.

Para los ecologistas, todos los impactos analizados están provocando una progresiva y alarmante disminución de la biodiversidad en Doñana, "ya que no llega agua suficiente, ni subterránea, ni superficial, a los ecosistemas acuáticos y terrestres que la necesitan para sobrevivir".

Consecuencia de ello es la "dramática reducción de indicadores clave, como la muerte de los alcornoques centenarios, que precisan de altos niveles freáticos para alimentar sus raíces, la pérdida de especies de anfibios por desaparición de lagunas y reducción de superficie de la marisma, que ha pasado de una media de 4,3 especies por km2 en 2003 a 2,5 especies/km2 en 2021; y la desaparición en 40 años de 28 especies de libélulas y caballitos del diablo, especies que actúan como indicadores y que dependen de los ecosistemas acuáticos para desarrollar sus larvas", ha argumentado la entidad ecologista.

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