En los próximos días, el juez dictará sentencia para el condenado, para el que la Fiscalía pide 12 años de cárcel
Un jurado popular ha considerado culpable al acusado de homicidio D.D., de nacionalidad búlgara, y por lo tanto causante de la muerte de un compatriota suyo el 8 de septiembre de 2011 en Huelva capital, concretamente en una chabola ubicada en el descampado triangular existente entre la autopista H-30, bajo el puente de esta carretera, aunque ha reconocido el atenuante de que confesó los hechos al día siguiente ante la Policía Nacional.
Según han informado a Europa Press fuentes judiciales, sin embargo, el jurado no ha considerado probado que éste actuara bajo legítima defensa y bajo los efectos del alcohol, tal y como planteó su letrado, Ignacio García, durante el juicio.
En los próximos días, el juez dictará sentencia para el condenado, para el que la Fiscalía pide 12 años de cárcel y como responsabilidad civil que esta persona indemnice a la madre de la víctima con el pago de 70.000 euros.
Durante su declaración en el juicio, el condenado, a través de su intérprete, insistió en que "no tenía intención de matarlo, sino que quería defenderme". En esta línea, señaló en que se llevaba "mal con la víctima porque éste era violenta y en una ocasión me clavó un tenedor" sin saber los motivos.
Por su parte, el letrado destacó que su cliente reconoció los hechos, los cuales "no ocurrieron de la forma tan fría" en la que se describen, sino que "hay que tener en cuenta una serie de antecedentes, como que el fallecido era algo violento y que ambos mantenían una relación de rivalidad". Otro aspecto que detalló es que tanto el acusado como la víctima actuaron "bajo los efectos del alcohol".
El acusado declaró que en la madrugada del día 8 de septiembre, su cumpleaños, compró bebida --concretamente vino y cerveza-- junto a dos vecinos de la chabola y bebieron esa noche. Después de beber, se acostó y mientras dormía, el fallecido entró en la chabola y le despertó pidiéndole bebida y dinero, y como se negó, "me tiró del pie y salimos fuera donde empezó a golpearme con las manos en el pecho mientras me ofendía".
En ese momento, según indicó, cogió un palo cilíndrico y empezó a golpearlo cuando cayó al suelo y después lo arrojó a un canal cercano, y que tras ello, se fue a despertar a un vecino para contarle lo sucedido.