A todos los problemas que se le plantean a una persona cuando, cada vez más frecuentemente, se le cuelga el maldito cartel de ‘en paro’, en los últimos tiempos hay que sumarle uno más, la pesadilla burocrática que ha de vivir para conseguir lo que le corresponde de pleno derecho, una prestación económica por los años trabajados.
Si no bastaba con el calvario de tener que pedir una cita previa, acudir a la oficina que corresponda, esperar cargado de papeles el turno y, al final, más y más trámites, ahora los demandantes de cualquier prestación relacionada con el desempleo, ayudas o subvenciones, se las ven y se las desean simplemente para lograr la ansiada cita previa.
Así lo han relatado a Viva Huelva algunos de los afectados, que han tenido que lidiar con la amable voz de un contestador automático hasta en 50 ocasiones para lograr simplemente una cita previa, requisito imprescindible para solicitar cualquier prestación.
De hecho, relatan que en agosto era prácticamente imposible lograr cita, ya que siempre que llamaban al teléfono disponible, con el consiguiente gasto económico, la respuesta era que lo intentasen más tarde.
La situación se repetía también a través de Internet, la otra opción para lograr una cita previa. Además, estos afectados comentan que “no todo el mundo tiene conocimiento de Internet, y el problema es que este servicio es 24 horas, no como por teléfono, que es solo de 8.00 a 20.00 horas, de modo que cuando intentabas pedir cita por teléfono a primera hora de la mañana, ya se habían agotado en Internet todos los números”.
Además de la desesperación e irritación que genera esta situación, el problema es que hasta que no se formalizan los trámites para la solicitud de prestación en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), no hay posibilidad de cobro.
Cierto es que, debido a que hay un plazo límite para solicitar estas prestaciones, la Administración para de contar desde la fecha de la primera llamada para lograr cita previa, pero el problema es que “si no logramos esa cita hasta 15 días o un mes después, aunque después me paguen todo lo que me corresponde, ¿qué hago ese mes de espera sin cobrar nada?”, lamenta uno de los afectados.
Por ello, critican que “quienes hemos vivido esta experiencia, hemos rozado el umbral de la desesperación, y ya no podemos admitir tanta ineptitud en un servicio público que pagamos con nuestros impuestos y que, con la ineficacia del mal trabajo que desarrolla, acarrea a los parados un enorme perjuicio”.
Puntos álgidos
Según fuentes consultadas por Viva Huelva, el problema no está en el SAE, sino en el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), ya que no pone a disposición de los usuarios un número de citas suficientes y colapsa el sistema.
Esta situación se agudiza en verano, cuando hay personal de vacaciones, o en momentos puntuales de aumento del desempleo, como tras la temporada estival, cuando muchos trabajadores del sector servicios finalizan sus contratos, o al término de la campaña de la fresa. En estos casos, las citas se demoran hasta un mes.
De hecho, aunque para inscribirse como demandante de empleo el usuario recibe una cita mixta, con el SAE y con el SEPE, en muchas ocasiones los usuarios pueden inscribirse pero se marchan de la oficina sin solicitar la prestación, porque no hay cita para ellos en el SEPE.
