Se supone que un deportista de élite ha de ser un espejo en el que se miren las generaciones en crecimiento, y que en temas tan delicados como coger el coche tras haber consumido alcohol, todos debemos dar ejemplo. Y más si eres un personaje público. Y más si te dedicas al deporte profesional en la alta competición.
Pues Jonathan Valle, medio atacante del Recreativo de Huelva, no lo tuvo en cuenta la noche del pasado domingo tras el partido contra Las Palmas, y fue pillado en un control de la Policía Local conduciendo con más alcohol en la sangre del permitido por la Dirección General de Tráfico.
Podría interpretarse como un desliz de un chaval joven y en forma que, con dos días libres por delante, se tomara unos vinos (o lo que fuera) mientras cenaba y alternaba con unos amigos.
Pero el comunicado oficial del Real Club Recreativo de Huelva sobre los hechos en cuestión deja mucho que desear. Lejos de callar o censurar que un jugador de su primera plantilla cometa un acto ilegal y peligroso, en un escrito , colgado en su web oficial titulado ‘Leve incidente de tráfico de Jonathan Valle’ , el club argumenta que la noticia “no deja de ser algo usual en las fechas que vivimos con cenas y celebraciones tanto en familia como con amigos o compañeros”. Para la entidad albiazul, que Valle diera positivo en el control “no indica que el citado jugador estuviese en un estado de embriaguez impropio de un deportista, sino que la tasa de alcohol en sangre era levemente superior a lo permitido por la DGT”.
“Ello no pone en duda la profesionalidad del jugador, que ha sido él mismo el encargado de notificar el incidente al club para que no llegue por otros conductos que pudieran variar la óptica de la noticia”. Pues para Viva Huelva la “variación de la óptica de la noticia” es clara: Que un jugador de élite beba de vez en cuando puede ser perdonable, pero no justificable; que además, se atreva a coger el coche después pone en duda su credibilidad como ejemplo de vida; y que su club minimice el hecho interpretándolo como “algo usual en la época que vivimos” es una torpeza porque, quizá sin pretenderlo, justifica algo cada vez más censurado y aprendido en la sociedad española: que se coja el coche después de consumir alcohol.
A través de su perfil de twitter, el jugador ha reconocido que “cometí el error de coger el coche” y que “quiero pedir disculpas por este acto y la imagen ofrecida para todos”. Más allá de la versión oficial, el presidente Pablo Comas dijo en una entrevista de radio que “no disculpo a Valle y vamos a castigar su comportamiento”.