Están cansados de repetir que son vecinos de un barrio más de la capital, que pagan los mismos impuestos que el resto, pero en contraprestación, no reciben los mismos servicios. Viven en La Ribera, y cada avance que se logra en el barrio, les cuesta sudor y sangre.
La última mejora ha sido el arreglo de la carretera del cementerio, vía de acceso a La Ribera. Era la principal demanda vecinal, y así se hizo eco Viva Huelva en abril de este año. La Diputación, responsable de esta vía, recogió el guante y recientemente ha finalizado las obras de mejora, con una pavimentación total de la vía, entre otras actuaciones.
Por ello, Fernando Serrano, que fue quien suscribía el escrito que recibió este periódico, y Francisco Ruiz, presidente de la Asociación de Vecinos de La Ribera, felicitan a la entidad provincial por tomar nota de sus demandas.
Así, Serrano recuerda que tras su escrito, se reunió con el diputado de Carreteras Alejandro Márquez y el candidato del PSOE a la Alcaldía de Huelva, Gabriel Cruz, “los cuales se comprometieron ante nosotros y un grupo importante de vecinos a realizar las obras antes de diciembre”. Por tanto, se felicita por la “promesa cumplida”.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer en La Ribera, y de nuevo tornan su mirada hacia el Ayuntamiento, y lamentan una vez más el “ninguneo” hacia su barriada.
Aunque la carretera ya está adecentada, los vecinos piden algo más, y es que se construya un carril peatonal/bici, para “podernos desplazar hasta el resto de la ciudad sin el peligro de ser arrollados por algún vehículo”.
En este sentido, Serrano recuerda que “cualquier vecino de Huelva puede desplazarse a otros puntos de la ciudad por aceras, y sin embargo, los vecinos de esta barriada, a pesar de pagar impuestos elevados, estamos a expensas o bien de disponer de coche, o bien de usar un pésimo servicio de autobuses, por cierto de una empresa distinta a la que realiza estos servicios en el resto de la ciudad”.
Esto enlaza con una segunda queja: el mal servicio de transporte público. A La Ribera sólo llega el autobús de Damas que va a la cárcel provincial y que sólo pasa tres veces al día (mañana, mediodía y tarde), “mientras que el resto de barriadas disfrutan de las líneas de Emtusa”.
Es una vieja reivindicación que nunca ha sido satisfecha. Por ello, como alternativa, Ruiz va a proponer en la próxima reunión del Consorcio Metropolitano de Transportes de Huelva, que los autobuses de San Juan y Gibraleón, en su trayecto hacia la capital y viceversa, hagan parada en La Ribera, para al menos ampliar el servicio de transporte público.
Y seguimos con las comunicaciones, aunque en este caso se trata de nuevas tecnologías de la comunicación. Tampoco es una queja nueva, y tampoco ha sido resuelta. Se trata de Internet, que en plena era digital apenas ha llegado a La Ribera. Ruiz explica que “la fibra óptica pasa a 400 metros del barrio, pero tampoco hacen el esfuerzo de traer este servicio”.
A la espera de cartas
Por último, Serrano lamenta que en La Ribera no tienen código postal propio, lo que supone que “actualmente dependamos del código postal de San Juan del Puerto”. Más allá de la anécdota, tiene consecuencias nada agradables, pues “a veces recibimos el correo con bastantes días de retraso”. De hecho, relata que su mujer recibió la cita de una operación el mismo día en que debía ingresar, o, por ejemplo, una cita que habían pedido al Ayuntamiento, “me llegó tres días después de la fecha que nos habían dado”.
Todas estas quejas se las han trasladado a los concejales Francisco Moro y Juana Carrillo en una reciente reunión. Serrano asegura que “ambos se han interesado por estos temas y por lo menos promesas nos han dado, así que esperamos que dichas promesas se hagan realidad al menos con la celeridad demostrada por la Diputación”.
Ruiz no se muestra tan optimista, pues sus demandas casi siempre han caído en saco roto, aunque confía en que esta vez no se quede sólo en buenas palabras.