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“Me preocupa que en Gran Hermano se premia la mala educación y el machismo”

Enrique Ramos ha vuelto a su vida normal de médico residente después de una experiencia en el programa televisivo que no olvidará

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  • Enrique Ramos. -

El 16 de diciembre se reincorporó a su vida normal, la de médico residente en el área hospitalaria de Huelva, después de pedir un permiso sin sueldo, más la suma de las vacaciones y los días de permiso, porque en su situación laboral no tiene derecho a excedencia, lo que casi le impidió entrar en la casa de Gran Hermano. Después de estudiar Medicina, de hacer cuatro años de especialidad de 2010 al 2014 en oncología, ahora hace el MIR en materia de Medicina de Familia, y tiene hasta 2019, y ve que por desgracia, será médico cuando tenga canas y un bastón en la mano, porque “esto es así”. 

¿Tan mal está la sanidad pública andaluza con los últimos recortes que ha tenido que ir a ganarse la vida a la televisión?
Está la cosa mala, pero yo entré fundamentalmente por la experiencia y porque me gustaba mucho el programa, soy fan desde sus inicios, me apunté al casting sin haberlo hecho antes, para ver lo qué pasaba, pero fue todo como si todos los planetas se alinearan a mi favor, y al final, entré y pensé, “si me llevo algún dinerito, perfecto”, pero es verdad que dentro de la casa encontré que no te llevas nada, si después quieres fuera ganar dinero, haciendo bolos y programas de televisión, sí,  pero cuando entras te das cuentas  que el programa en sí, no sirve para ganar dinero, que me hubiera venido muy bien, porque la sanidad no está para ganar dinero, te retribuyen algo por los días que estás, pero muy poco, no puedo hablar de cifras pero es irrisorio.

Entonces hay el que gana y el que no
Sí, hay concursantes que en la casa se lían unos con otros, crean polémica, han hecho bolos en discotecas, y sirve  para tener recorrido en la televisión, pero yo, por mi profesión, no podía mostrarme en la casa como han hecho otros, ni hacer lo que han hecho otros fuera, porque tengo que dar la cara en un hospital.

En cualquier caso, ¿le ha valido la pena la experiencia?
Mucho, mucho, yo la dividiría en tres partes: la primera la emoción por estar en un programa que te gusta, pasar las pruebas, conocer a la gente que hace el programa, que a mí me hizo mucha ilusión; la segunda parte, como algo personal, un reto personal, porque uno enciende la televisión y ve a la gente en la casa, pero lo que no sabe es que estamos ahí dentro 24 horas, con luces, sin dormir bien, con gente que no te apetece mucho ver a tu alrededor y eso te sirve para pensar un poco y para algo que parece una chorrada pero es verdad, para encontrarte contigo mismo, pensar cosas que fuera de la casa, en la vida diaria no pensamos, y me ha servido para mi vida personal y laboral; y en tercer lugar, muy contento con la experiencia porque todo lo que mueve Gran Hermano ha servido para que mi madre, que tuvo un cáncer de colon hace dos años, y ha estado un poco deprimida, le ha servido estar en los platós de televisión para olvidarse un poco, ya está bien, pero psicológicamente es algo que te deja muy tocado, y ahora está perfecta, por lo que si me llevo esas tres cosas, genial. 

De todas formas, ¿cómo ha vivido el estar lejos de tu familia y de su madre en esas circunstancias?
Yo he estado estudiando toda mi vida fuera de Huelva, estuve estudiando la carrera en Sevilla, luego me trasladé a Oviedo para preparándome las oposiciones, he estado en Madrid rotando, en diferentes sitios de España…, aunque es diferente, no ves a tu familia, pero yo no he valorado más un año sin teléfono como cuando he estado dentro de la casa, porque es una sensación como de aislamiento; la sensación que teníamos dentro de la casa es muy gracioso, porque vemos las cámaras, que se te olvidan, y sabes que estás en el programa por la petaca del micrófono, pero, tenemos la sensación de que nadie nos veía, como si hicieras tu vida normal y cuando salías fuera, compruebas que sale todo, absolutamente todo de lo que haces dentro, entonces es raro verte después en la televisión, pero lo dicho, me llevo la experiencia, el haber estado allí con gente que de otra forma no hubieras estado, el aislamiento, y sobre todo el premio de mi madre, no me he llevado premio económico, tengo mi trabajo, que si me hubiera ido bien, lo hubiera dejado un tiempo, pero tengo que pagar la letra del coche, los másteres, todo, así que…

Decía usted que iba para ganar dinero para independizarse y no sé si lo ha hecho ya o no…
No, que va, soy residente, el sueldo que tengo es básico, vivo con mis padres, como en casa no se vive en ningún sitio, pero espero acabar de una vez la especialización y puedo ser médico adjunto y tener más dinero para dar una entrada, pero a día de hoy, con mis padres.

De todo esto que nos ha resumido, ¿qué ha sido lo más gratificante de su experiencia en Gran Hermano?
Darte cuenta de cosas de tu persona y tu forma de ser que a lo mejor fuera de tu casa no te hubieras dado cuenta, como por ejemplo, la paciencia, me he dado cuenta de que tengo mucha paciencia, también además de que yo pensaba que era un tanto introvertido y soy más extrovertido de lo que pensaba; durante mi vida, porque he estado en diferentes ciudades, no he podido entablar una relación de amistad con un grupo uniforme de personas, tengo mis amigos, pero en la casa me he dado cuenta de que hay gente que estando allí encerrados 24 horas, la amistad que se creó es verdadera, y me gratifica que cuando iba a salir expulsado, la gente me apoyara y se emocionara. Así que me llevo pinceladas de amistad, el saber estar, mi paciencia, saber convivir, mi extroversión, que no conocía, y muchos puntos de mi personalidad que no conocía.

¿Y lo más decepcionante?
Lo he ido diciendo durante el posprograma. Consideraba Gran Hermano un programa que me gusta mucho y seguiré viendo, pero me ha decepcionado mucho el protagonismo que se da a ciertas personas dentro de la casa, se ha potenciado y apoyado mucho  el no saber estar, la falta de educación, la falta de tolerancia, el chulismo,… creo que este año ha sido el que ha destacado más por eso, porque la gente, no sé si es que yo soy demasiado formal o educado, o todos lo demás que están allí no lo son.

Pero, al fin y al cabo, iba usted a un show…
Sí, pero uno no lo vive hasta que no lo vive en directo, pero me llevo la decepción de que una gran parte de la audiencia ha apoyado cosas que en mi vida diaria no tolero, como la falta de educación, la intolerancia, el machismo, y me sorprende que se premie a gente que tiene esos valores.

Entonces, ¿considera que Sofía es justa ganadora?
Para nada, para nada, si yo pudiera elegir a alguien, una vez que sales te da un poco igual, pero no hubiera dejado ni a Sofía como ganadora, ni a Suso, porque han hecho cosas, que lo peor es que se han premiado, que es lo más fuerte, hacen cosas que deberían estar mal vistas, y sin embargo se les apoya y se les da 300.000 euros.

Pero si la gente les vota, es que hacen cosas que parece que no están mal vistas en la sociedad, pese a que debería ser lo contrario.
Ese es el peligro, que haya una gran parte de España que apoye precisamente eso; creo que viene a raíz de que la audiencia del programa ha cambiado, antes había gente más adulta viendo el programa y poco a poco esa gente se ha ido marchando y ha ido entrando gente joven y los perfiles de los que han ganado precisamente las últimas ediciones es el de gente joven, que se siente la juventud identificada con ellas, y esa es la preocupación, que haya juventud que se siente identificada con personas que hacen eso en televisión y que precisamente, eso se premia.

¿Le miran distinto sus compañeros en su trabajo después de participar en Gran Hermano?
Sí, mucho, es una sensación muy rara: reconozco que cuando dejé la casa y me vine a Huelva, entré en el hospital y el centro de salud donde estoy, no con miedo, pero sí con recelo de ver cómo me trataban, y tengo que reconocer que estupendamente, fantástico, sin problemas, genial, pero es verdad que por el hospital y el centro de salud, las fotos se multiplican, me piden fotografiarme con la gente, algunos me miran y a lo mejor, no quieren decir que me han visto, por no decir que han visto Gran Hermano, pero, con mis compañeros muy bien, y sobre todo, una cosa que me llama mucho la atención, la gente de la calle, en Madrid no alcancé tanto como aquí en Huelva, allí te paran, pero pasas más desapercibido, y aquí en Huelva, ha sido increíble, de hecho, de camino a la entrevista, me saludan todos con palabras buenas, por eso, ir por la calle y que haya personas que te apoyen te quita el mal rollo con el que salí al ser expulsado y ver que hay gente que apoya a personas como Suso o Sofía.

¿Hs sentido el recelo de algún paciente por haber estado en Gran Hermano?
A día de hoy no, pero hay una cosa, que no es que me incomode, pero, yo soy muy serio y me gusta separar mi vida de mi trabajo, cuando salgo de ése no quiero saber nada de éste y al revés, de modo que cuando estoy en el trabajo, no es que me moleste, pero me llama la atención mucho que pasas por el pasillo y la gente te está mirando, o hay una persona, que le agradezco mucho, y se haga la foto, pero estoy trabajando y tengo que mantener una seriedad. No me molesta pero me da un poco de palo, aunque a día de hoy nadie me ha dicho “tú no que has estado en Gran Hermano”, al contrario, mucho cariño.

Pero, ha habido gente que ha pasado por Gran Hermano y ya ha quedado como un ‘friki’…
Yo no siento eso, hay gente que lo que hace es lo siguiente: no ve el programa pero ya todo los años que ha habido programas le hace pensar que todo el que entra es un ‘friki’, y así me han tratado en redes sociales más de uno, aunque me da igual, y luego están los que sí lo ven que a pesar de todo te dicen que te has portado muy bien con educación, respeto, con valores importantes que has demostrado, y entonces, claro, en la vida no se puede caer bien a todo el mundo, pero la gente que se queda con el concepto y te llama ‘friki’ me da igual, y los que  lo ven de verdad te tratan muy bien; en cualquier caso me da igual, y  sobre todo quería demostrar que un médico por ser médico, igual que un fontanero por ser fontanero, no tiene que dejar de hacer cosas, sin hacer daño a nadie, dejar de hacer cosas, meterte en sitios, vivir aventuras, todo un ejemplo para que la gente que no se atreve se eche para adelante y viva su vida, no la de otro o la que otro te impone.

Entrar en la casa de Gran Hermano ha sido una ilusión de su vida, ¿lo hubiera sido también conocer allí a la mujer de su vida?
Me hubiera gustado, he tenido parejas, pero no han terminado de cuajar, y creo que en Gran Hermano, si hacen esos estudios  de perfiles psicológicos, ya que hacemos muchos casting y sobre todo estudios de perfiles de psicología, si me hubieran metido a la ideal, hubiéramos coincidido, como el programa este de ‘Casados a primera vista’, me hubiera gustado que hubieran metido a alguien con una compatibilidad del 95% y si al final la cosa hubiera cuajado, no me hubiera importado, además, estoy soltero, así que…

De todas formas, nada es ya como antes.
Para nada, ya la vida, como tantas cosas, evoluciona, y creo que lo hace hacia un camino que debería reconducirse, no hay que generalizar, pero hay mucha gente que opina y son igual que los perfiles que han entrado en Gran Hermano, y que no comparto, eso hay que cambiarlo, pero la evolución hoy debe ser en otro sentido y no hacia donde se va.

Hablamos de un programa que cuenta tanto con muchos seguidores, como detractores, entre estos están los que dicen que fomentan buscar dinero rápido y fácil a cualquier precio, con desprecio a los valores.
Es verdad, hay gente que te das cuenta… A mi me catalogaron de experto, pero lo que soy es fan, y de ahí se ha generalizado; yo entré con el hándicap, incluso Mercedes Milá me lo dijo en directo, de que yo era experto y que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa, pero no es así, yo entré como conocedor del programa, pero con la inocencia de vivir la experiencia, y disfrutar al máximo, aunque diga lo contrario mucha gente, pero dentro de la casa y después fuera, te das cuenta que gente con diez años menos que tú, tienen más caché y fueron al programa no a disfrutar la experiencia, ni a vivir el programa, sino a sacar rentabilidad, incluso han criticado el programa, han dicho que era un circo, que era una porquería, y aún así, como han dado tirón y audiencia, los han seguido invitando a otros programas. El mismo Gran Hermano (igual si leen esto me van a echarla bronca) se ha ido tirando piedras sobre su propio tejado, porque si quieres potenciar su imagen como un experimento social de convivencia con mayúsculas, no puedes dejar que haya gente que entra a destruir el programa porque no les interesa, le interesa lo que hay después; y muchos me han dado la razón porque los cinco o seis tíos que han entrado para aprovecharse, lo están haciendo, y además el programa lo permite; es problema de ellos, pero es un concurso bonito que da pena que termine así.

¿Va a continuar siguiéndolo?
Sí, lo que pasa es que lo miraré con otro punto de vista, no tal cual, no es que no me crea nada, porque reconozco que no hay guión, allí entras desnudo y al toro, pero no sé, alguna decepción que me he llevado, y conocer la televisión desde detrás de las cámaras te hace cambiar la idea, ni para mal ni para bien, lo seguiré, pero no tanto ya, o los Gran Hermano extranjeros que seguía. 

Entonces, el espectáculo televisivo no es lo que esperaba…
No. Igual, vuelvo a insistir, peco de esa inocencia, pensaba que era más espontáneo, más virgen, pero estando allí compruebas que hay gente que tiene muchas tablas, mucha experiencia, y gente que se las sabe todas, no deja de ser televisión, y como en cualquier trabajo se busca también el beneficio económico, pues si hay gente que compra ese paquete, se seguirá ofreciendo más, pero sinceramente, la experiencia me hace ver que no era todo lo que parecía, no es oro todo lo que reluce.

¿Le ha defraudado alguien en especial?
Sí, hay una persona a la que tenía mucho apego y que me ha defraudado mucho, y es Mercedes Milá. Me ha defraudado enormemente, de hecho, cuando salí de la casa bajé por unas escaleras y lo primero que encontré fue a mi padre, mi madre, mi familia, mis amigos, y después Mercedes, que le dije "me hace mucha ilusión conocerte"…,  pero ya, estando fuera de la casa, ella es defensora de muchas cosas, contra el machismo, el tabaco…, y me di cuenta que en cámara dice una serie de cosas y luego por detrás hace otra: cirtica el machismo, como en el caso de Suso, pero por detrás, de colegueo, hablas con él, pásame el wasthapp, que me parece muy bien, pero no digas una cosa y luego hagas otras; y me molestó también que este año ha sido muy significativo que haya habido un grupo de concursantes a los que se ha tratado muy bien y a otro muy mal, a la gente que se ha tratado bien ha sido gente como Suso, como Amanda, que ha vendido eso valores de machismo, de falta de educación y cultura, y sin embargo, a los que hemos sido más educados y más formales, se nos han lanzado al cuello en cuanto hemos dicho cualquier cosa, eso es decepcionante.

Aun así, ¿repetiría la experiencia?
Sí, y cambiaría muchas cosas de las que he hecho y  no he hecho a la vez. Hay una cosa que me llama la atención de la ganadora de este año, cuando le preguntaron si quería volver a entrar dijo que no, lo que te hace ver que no entró por la experiencia, sino por el dinero, porque si te gusta el programa entrarías una y mil veces, y yo lo haría porque es verdad que estuve 39 días y me llegué a empapar del programa, pero repetiría, a lo mejor tengo suerte, cambian los compañeros y son más acordes a mí, de hecho en la edición del año pasado, la 15, había gente más adulta, con otras perspectivas y otros puntos de vista y a mí me hubiera gustado más entrar en la edición del año pasado que en esta, aunque el año pasado ganó también Paula, con el perfil de una chica de 19 años, que estuvo von Omar, luego con Luis…, pero entraría con los ojos cerrados, si me invitan al VIP iría hasta sin cobrar si hace falta.

¿Es más dirá la medicina que Gran Hermano?
Mucho más, la medicina es complicada, es muy vocacional, pero mira, hasta a la hora de tener pareja tienes que tener cuidado, nadie entiende las guardias, 24 horas trabajando, que al día siguiente estás muerto, que a lo mejor empalmas tras guardias seguidas y te llevas en el hospital una semana entera, que a lo mejor muchas veces, y sobre todo por mi especialidad, pues yo he sido oncólogo y trabajas con temas muy delicados y graves, y aunque quieras separarlos, y dejar la bata y en ella todas las cosas que te han pasado en el hospital, siempre te llevas algo a casa, y preocupaciones e historias, la medicina es vocacional pero no tan fácil ni tan bonito, tan Anatomía de Grey como en la tele, en la vida  real te das siempre un baño de realidad; yo cuando acabé la carrera y fui al hospital te das cuenta que la gente no va con la bata tan planchadita, ni todos van supercontentos, y han comido y has dormido, sino que hay que estar a lo que se tercie, es más duro de lo que creía pero me encanta, hay que nacer para ser médico, pero el que no lo hace por vocación acaba quemada, pero yo estoy encantado y no sé qué hubiera hecho si no hubiera sido médico.

Decía yo cuando los resultados del 20 de diciembre que había que coger a los líderes de los partidos con representación parlamentaria y llevarlos a una casa como la de Gran Hermano a que se pusieran de acuerdo
O se ponen de acuerdo, o sólo quedaría uno, porque se matarían entre ellos; y es que dentro de la casa es muy curioso porque salen cosas, reconocidas por las propias personas, que tú ni imaginas que tienes dentro, impulsividad, cosas que… nos serviría para mostrarnos como son realmente los políticos, porque muchos son solo fachada y vemos el uno por ciento solo de lo que realmente son.

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