El profesor y catedrático Juan José García Machado, del Departamento de Economía Financiera, Contabilidad y Dirección de Operaciones de la Universidad de Huelva, analiza los "devastadores" efectos de la crisis del coronavirus en las familias, empresas y mercados y ha asegurado que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) no servirán de nada si el parón por la crisis del coronavirus se prolonga por mucho más tiempo".
Esta situación ha dibujado un escenario que ya está siendo objeto de estudio en las universidades, entre ellas la UHU, y Juan José García Machado ha explicado que "España ha tomado medidas draconianas para hacer frente a la pandemia del coronavirus, que dan prioridad y van dirigidas a hacer frente a la crisis sanitaria provocada por el covid-19, pero que tienen, y van a tener, un grave impacto en la economía y, especialmente, en el empleo".
"Desde la aprobación del decreto que prohíbe el despido y la restricción de las actividades económicas, e incluso desde antes (en previsión de ello), ha habido un aumento de ERTE, ERE, bajas de autónomos, rescisión de contratos, despidos, concursos de acreedores, etc".
"Los ERTE pasarían a convertirse en ERE y, de ahí al concurso de acreedores hay un estrecho camino. Los ERTE, pensados inicialmente para combatir los despidos mientras dure la crisis, no surtirán efecto si el parón económico se prolonga por mucho más tiempo", ha dicho.
Como ha explicado, hay que tener en cuenta que los gastos de personal son uno de los mayores costes que soportan las empresas en sus cuentas de resultados, o las instituciones públicas y privadas en sus presupuestos, por lo que es "lo primero en sufrir los recortes en situaciones de crisis".
Sin embargo, considera que, a parte del seguro por desempleo, se pueden arbitrar otras medidas como las implementadas en otros países, como la reducción de la jornada laboral, la distribución en turnos, o con el trabajo en otros sectores demandantes mano de obra como el agrícola-ganadero, que complementen "proporcionalmente al seguro por desempleo".
En esta misma línea, García Machado ha indicado que, si no se permite a las empresas y autónomos retomar la actividad, "se verán abocadas a echar el cierre, o a darse de baja, respectivamente" y "dependerá de la liquidez que tengan para resistir este primer embate de la crisis".
A su juicio, "el turismo y la construcción, dos sectores clave de la economía española generadores de empleo, han sido parados 'en seco', así como gran parte de la industria, particularmente, la automotriz y textil, además, el retorno a la actividad se prevé lento y paulatino".
Ha señalado que, a la crisis sanitaria le seguirá, seguramente, "una severa crisis económica a medio plazo, y a ésta, con toda probabilidad, una crisis de deuda a largo plazo que afectará a los países más vulnerables (tanto económicamente como por la pandemia)". Previsiblemente, "ésta se resolverá con un rescate por parte de la Unión Europea con la consecuente imposición de restricciones futuras".
Respecto al comportamiento bursátil, en lo que va de 2020 se ha comprobado que "los mercados bursátiles han tenido bruscas caídas, pero también fuertes subidas".
Del mismo modo, ha sostenido que "cuanto menos dure la crisis sanitaria, menor será su impacto en la economía y antes empezaremos a retomar la actividad, y a tomar medidas paliativas sobre los efectos negativos producidos por la pandemia".
En cuanto a si hay paralelismos entre esta crisis y la financiera de 2008, ha explicado que "ambas crisis son distintas en sus orígenes y en el momento del ciclo económico en que se han producido. Lo que quizás puedan tener en común sean sus devastadores efectos".
"Esta crisis económica es consecuencia de la crisis sanitaria producida por la pandemia del coronavirus, no por una 'congelación' de los mercados financieros, por las restricciones de créditos, o por la 'burbuja inmobiliaria'. Además, aún no estábamos en la cima o auge del ciclo económico. Aunque los indicadores fundamentales de algunos países mostraban ya una sobrevaloración (Estados Unidos, Japón y, en menor medida, Francia y Alemania), en mi opinión aún nos quedaban uno o dos años de recuperación/expansión", ha explicado.
Por otra parte, como ha proseguido, "tenemos experiencia de la anterior crisis, ya que existen mecanismos que antes no había y los bancos centrales y los gobiernos ya los conocen al haberse implementado con anterioridad".
Finalmente, este experto ha señalado que no comparte que nos encontremos en 'una economía de guerra' puesto que "lo que ha habido ha sido un colapso en los hospitales por falta de camas, equipamiento y material, dada la enorme cantidad de contagios, ingresos de gravedad y fallecimientos". No obstante, "la situación se ha ido reconduciendo gracias a la dedicación, profesionalidad y colaboración de todos".
"En cuanto finalice el confinamiento, que será a todas luces progresivo, lo primero en recuperarse será la alimentación, enseñanza, distribución, y parte sector servicios (oficinas, tiendas, restaurantes y cafeterías, ocio y cultura). Le seguirá la agricultura, ganadería y pesca, el comercio al por mayor, logística y transporte", ha continuado.
En cuanto a la industria química y metalúrgica, dependerá del tiempo que hayan permanecido en stand by, y hoteles y viajes empezarán con el turismo nacional "un poco más tarde. La construcción, probablemente, tardará algo más".
Por último, sobre qué sectores cree que saldrán beneficiados, ha recordado que los que se ven ahora como "la alimentación, electricidad, informática, telecomunicaciones y servicios online". "Nos hemos adaptado 'a marchas forzadas' al teletrabajo, a hacer compras por Internet y a contratar servicios telemáticos, por tanto el sector de las TICs y de venta online son, en mi opinión, los grandes beneficiados de esta crisis".