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05/05/2024  

Jaén

Científicos de la UJA patentan dos biomoléculas que facilitan la predicción de problemas cardíacos

Se pretende reducir el número de afectados por síncopes o muerte súbita

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Investigadores del Grupo de Biología Molecular y Fisiopatologías Cardiacas de la Universidad de Jaén (UJA) han desarrollado un estudio que tiene como objetivo reducir el número de personas afectadas por problemas cardiacos como síncopes o muerte súbita a través del control del funcionamiento de los canales iónicos del corazón, para lo cual han patentado unas biomoléculas --'microRNA modificados'-- "capaces de controlar la subida o bajada de sodio y, por ende, de disponer de un alto potencial terapéutico".

   Así lo ha explicado el investigador Diego Franco en una nota difundida por la Fundación Descubre, en la que se detalla que los canales iónicos del corazón son los encargados de regular el flujo de entrada y salida de iones como el sodio, el potasio o el calcio, un proceso que cumple "una función muy importante en la correcta contracción de las aurículas y los ventrículos", ya que "si se produce una alteración en este tránsito, la contracción no se regula adecuadamente y tiene como resultado las conocidas arritmias cardiacas".

   De esta manera, el equipo de trabajo de la UJA ha obtenido recientemente la patente 'MicroRNA útil para el tratamiento de canalopatías arritmogénicas', donde han identificado la importancia del estudio de las diferentes estrategias terapéuticas capaces de modular la función del corazón adulto, y se han centrado especialmente en el papel regulador de los 'microRNAs' --moléculas reguladoras-- dentro del canal de sodio.

   En primer lugar, los investigadores determinaron cuáles eran los 'microRNAs' encargados de regular el funcionamiento de los factores asociados al canal de sodio mediante programas de predicción informáticos. Franco ha indicado que "los ensayos preliminares en cultivos celulares demostraron que la mayoría de las moléculas estudiadas disminuían la actividad de este canal, mientras que sólo uno la incrementaba", por lo que el grupo de investigación decidió "centrarse en aquel 'microRNA' que aumentaba, así como en otro que disminuía de forma drástica".

   El siguiente paso, según ha añadido, fue "introducir pequeñas modificaciones en estas biomoléculas, obteniendo como resultado una eficaz capacidad para controlar la subida o bajada de sodio tanto en células en cultivo como posteriormente en ratones".


APLICACIÓN TERAPÉUTICA

   Estas biomoléculas pueden ser importantes en síndromes arritmogénicos, donde se produce una alteración en la actividad o función del canal de sodio, y "podrían servir para generar interés en las industrias farmacéuticas y tratar dos clases de arritmia altamente asociadas a este tipo de proceso; en concreto, las patologías conocidas como el Síndrome de Brugada y el 'QT largo', ambos relacionados con el síncope y la muerte súbita".

   Asimismo, según destacan desde la Fundación Descubre, este estudio ha permitido al equipo de trabajo "abrir nuevas líneas de investigación con el objetivo de desarrollar estrategias semejantes en otras patologías cardiacas como la fibrilación auricular", un problema de salud "muy frecuente" que, según la 'Revista Española de Cardiología', afecta a un diez por ciento de personas mayores de 80 años.

   El interés de estos investigadores se centra actualmente en "determinar mediante 'microRNAs' los mecanismos que regulan uno de los diferentes factores asociados con la fibrilación auricular". En concreto, Franco ha confirmado que ya han determinado "cuáles son los biomoléculas que modulan la expresión de estos factores", de forma que ahora han entrado en fase de "realizar experimentos en animales".

   Estos resultados son fruto del proyecto de excelencia 'Desarrollo cardiovascular y terapia celular', financiado por la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Economía y Competitividad, y en colaboración con un grupo de investigación del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Monastir (Túnez) a través de un proyecto de cooperación internacional financiado por la Agencia Española para el Desarrollo y la Cooperación.

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