El Ayuntamiento ya tiene un nuevo Reglamento de Participación Ciudadana. Ayer se procedió a la votación para la aprobación del borrador. El proceso no estuvo exento de polémica por las posturas encontradas de las tres federaciones vecinales y otros colectivos del movimiento asociativo.
El concejal de Participación Ciudadana, Manuel del Moral, presidió ayer el consejo local de Participación Ciudadana, que procedió a la aprobación del Reglamento con 20 votos a favor, seis en contra y dos abstenciones. Se realizaron en votos secretos y finalmente salió adelante, aunque será aprobado en el próximo pleno municipal.
No votaron la presidenta de la Federación de Asociaciones Vecinales Objetivos Comunes (OCO), María Cantos, ni los presidentes de las asociaciones de La Magdalena, Valdeastillas y Torre del Concejo, que estuvieron en la reunión, pero por desacuerdo con el contenido del borrador y al no haberse tenido en cuenta sus alegaciones, abandonaron y no ejercieron su voto.
“Lo malo que tiene la democracia es que hay que asumir las decisiones de la mayoría”, valoró María Cantos, que denuncia que el borrador no ha pasado por los servicios jurídicos y que la comisión redactora no tiene legitimidad para aprobar o no las alegaciones. Entre otras, las presentadas por OCO y por la asociación vecinal Passo.
El presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales ‘Más Voluntades’, Antonio Lozano, asegure que OCO presentó un documento “fuera de plazo” y comparativo entre el antiguo y el nuevo reglamento, “apoyado el primero en leyes ya derogadas”.
Desde OCO lamenta el retroceso para el movimiento vecinal con la aprobación del borrador y desde ‘Más Voluntades’ aseguran que es un reglamento de “participación ciudadana y no de participación vecinal”.
La Federación ‘Ciudadanos por Jaén’ votó a favor, como ya manifestó públicamente, demostrando su apoyo al futuro nuevo reglamento.
El reglamento de Participación Ciudadana se viene elaborando desde marzo de 2012 y viene a sustituir al reglamento de 1991, “ya obsoleto”.
Desde el PSOE lamentan que la aprobación del Reglamento romperá el consenso y abrirá brechas en el movimiento asociativo porque no cuenta con el acuerdo de interesados en su puesta en marcha.