Más de 15.000 personas se han acercado hasta el Recinto Provincial de Ferias y Congresos de Jaén para visitar la I Feria de los Pueblos, que dio comienzo el pasado jueves, 21 de marzo y que concluyó ayer domingo, día 23. La Diputación de Jaén ha sido la encargada de organizar y patrocinar esta feria, en colaboración con las asociaciones de desarrollo rural jienenses y Ferias Jaén, S.A, cuya celebración se ha enmarcado en la conmemoración del Día de la Provincia y que ha estado dirigida a contribuir a poner  en valor la identidad de la provincia como territorio.


Todos y cada uno de los municipios jiennenses, así como las distintas comarcas y más de un centenar de empresas privadas, pertenecientes a los sectores de turismo activo (senderismo, barranquismo, rafting, parapente, rápel o rutas 4x4, entre otros), las nuevas tecnologías, la formación, la gastronomía, el turismo, la artesanía y costumbres populares, han participado en esta muestra. “Es un balance muy positivo”, remarca el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, que destaca la celebración de más de 150 actividades durante estos tres días de feria “en las que han estado implicadas más de 1.500 personas y donde hemos tenido la oportunidad de comprobar sobre el terreno cuáles son los recursos económicos, culturales y de folclore con los que cuentan los 97 municipios jien nenses”. Asimismo, los ayuntamientos y las asociaciones de desarrollo rural han trasladado más de 50 autobuses procedentes de toda la provincia hasta esta muestra.


Entre las actividades desarrolladas han figurado desde el esquileo de ovejas y pela de pinos de la Sierra de Segura, hasta exposiciones sobre la historia de los bolos serranos, de maquetas de edificios de Ibros, de fotos antiguas de Cazorla o de reproducciones de cerámica de Arjonilla, así como la realización de talleres sobre las formas de elaboración de productos artesanales típicos como el esparto, el jabón con aceite de oliva, los encajes de bolillos, los capachos de Martos o la elaboración de la cera de abeja, entre otros productos tradicionales.  A ellas se han sumado el desarrollo de múltiples actuaciones musicales que han abarcado desde el blues, hasta los boleros, los coros rocieros, los espectáculos de danza y rondallas, además de otras actividades como la recreación de la Batalla de Bailén, los Campanilleros de Vilches, las charangas de Villlatores, los caballeros calatravos de Alcaudete o las representaciones de las luchas entre moros y cristianos que se llevan a cabo en Campillo de Arenas, Bélmez y Cárcheles.  Asimismo, ha tenido una gran aceptación la gran variedad de degustaciones gastronómicas llevadas a cabo, como los andrajos, gachasmigas, los “nochebuenos” de Campillo de Arenas, el cordero segureño, los papajotes de Mancha Real.