La arqueóloga del Área de Historia Medieval de la Universidad de Jaén Mercedes Navarro Pérez ofreció ayer una conferencia bajo el título 'Palacio de los Uribe. Los restos ocultos y los jardines secretos', participando en la primera actividad del bloque 'El Pueblo' del programa 'Jaén Genuino. El pasado sí tiene futuro', que impulsa VIVA JAÉN y que está patrocinado por la Diputación, el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y la Caja Rural, con la colaboración de Gráficas La Paz.
El Aula de Cultura de la Diputación Provincial llenó su aforo de público interesado por conocer los restos del que fue un palacio y ahora una estructura sin uso en el casco histórico, en la Plaza Santa Luisa de Marillac, junto al Convento de Santo Domingo y el Centro Cultural Baños Árabes.
Acompañada por el comisario de ‘Jaén Genuino’, Rafael Cámara; y el gerente de VIVA JAÉN, Tomás Roldán, la arqueóloga repasó los distintos usos contemplados, desde que en 1994, con el Palacio de los Uribe aún en pie, éste se planteara como sede de la delegación de Cultura, hasta que en 2006, una vez demolido, comenzara la intervención arqueológica que ella dirigió. Los resultados de la excavación pusieron de relieve la “importancia de los restos y se propuso una excavación en extensión del solar”, que se inició en 2008.
La arqueóloga expuso fotografías de la casa-palacio cuando aún estaba en pie y de cómo la encontraron antes de la intervención arqueológica.
Concretó que el espacio cuenta con una ocupación continuada desde época ibero romana hasta hoy y que estuvo habitado. En la vivienda documentada en el centro del solar, se identificaron ocho estancias, comunicadas por puertas pequeñas. En los solares excavados distinguieron dos pabellones y jardines aterrazados, el jardín de los Uribe y el jardín sur.
La primera casa-palacio de lo que se conoce como de los Uribe se construye en el siglo XVI y pertenecía a la familia de los Messia, pasando en el siglo XVIII a la familia Uribe. Esta casa palacio se construyó con una zona abierta (área Este) que da la plaza de Santa Luisa de Marillac. En la zona central se abrió un gran sótano, ascendiendo a la planta baja y se pasaba al patio central donde se han documentado numerosas atarjeas y varios pilares que indican que este espacio sería “muy similar” al conocido en el siglo XX.
Según sus explicaciones, entre 1755 y 1778 don Agustín de Uribe consiguió la propiedad de todos los solares con fachada a la calle de Los Uribe, y sobre ellos construyó su casa-palacio, que daría nombre a la calle. El edificio se levantó adosado al convento, mientras que el resto estuvo dedicado a jardines. Al mismo se le agregó entre los siglos XVIII y XIX al menos uno de los solares que tenían fachada a la calle Santo Domingo, creando una calle privada. En el año 2011 se inician las obras para el futuro centro de adultos, cuyo promotor era el Ayuntamiento y el proyecto planteaba el “respeto absoluto” por los restos arqueológicos y preveía su futura musealización. Se cubrieron y protegieron las estructuras. “Hoy sólo se ve la estructura del edificio. Los restos arqueológicos se encuentran ocultos como lo han estado durante siglos, esperando tiempos mejores”, concluyó la conferenciante, que atendió los comentarios de los presentes en una jornada de debate.