A los sobrecostes que el Ayuntamiento, o lo que es lo mismo, los jienenses, llevan pagando (cuando se le paga, todo hay que decirlo) a FCC, la concesionaria de la recogida de basura y limpieza de la ciudad, cuyo contrato expiró en 2012, ahora hay que sumar más de cuatro millones de euros que el Consistorio pagó de más por gastos de financiación de vehículos que ya estaban amortizados, es decir, camiones nuevos que no se han comprado. FCC ha alegado que ese dinero es el resultado de las más de 2.500 averías que sufren los vehículos en un año, que en cualquier caso, no sería financiación por reposición, sino gastos de mantenimiento. La incapacidad y dejación de funciones del Ayuntamiento por no haber sacado el nuevo pliego de condiciones, la posterior licitación del servicio y, ahora, las alegaciones a esa facturación de más, según el Consistorio, se asemeja mucho a aquello de ‘limpiarse en las cortinas’. Jaén no solo sufre un servicio muy deficitario de limpieza, principalmente, sino que paga por él cantidades millonarias al año que cualquier gestor digno no hubiera permitido durante tanto tiempo. Y como premio, se prepara un traje a medida con el nuevo pliego de condiciones al que concurrirá la actual concesionaria. Pues eso.