Sus manos de mujer son de las pocas que acompañan con la guitarra flamenca al cante, baile y conjunto instrumental en la provincia jiennense y en España.
Laura González (Córdoba, 1980) llegó a Jaén con 24 años y desde la capital inició una carrera profesional que la ha llevado por escenarios de todo el país. “Mi padre tocaba la guitarra, por puro placer. Siempre tuve una guitarra a mano. Tocándola vivía buenos ratos, me divertía y disfrutaba”, recuerda.
Grado Superior de Guitarra Flamenca por el Conservatorio de Córdoba, su aprendizaje comenzó en la Peña Flamenca de El Mirabrás de Fernán Núñez, con guitarristas como Luis Calderito y Antonio Moreno. “Me gustaba tocar y quería seguir aprendiendo. Estudié Magisterio por Música y al plantearme mi futuro laboral, aposté por la docencia. Tuve claro que me volcaría en el Conservatorio y en la guitarra flamenca”, reconoce.
Su etapa como docente comenzó en 2007 y al Conservatorio Profesional de Música ‘Ramón Garay’ de Jaén llegó en 2011, como profesora de Guitarra Flamenca (acompañamiento al cante, baile y conjunto instrumental). “Del Profesional han salido muchos y buenos alumnos que están teniendo recorrido profesional, dando clases y actuando acompañando al cante y al baile”, celebra.
En las enseñanzas básicas reconoce que hay “muy buena respuesta”. Dice: “La especialidad tiene mucho futuro. Los alumnos, que son mayoritariamente niñas, muestran mucho entusiasmo. El flamenco siempre ha sido para minorías, pero cada vez llama más la atención. El Conservatorio y las puertas abiertas que tienen los alumnos para estudiar Guitarra, Cante o Baile hace que los jóvenes se acerquen a aprenderlo y exista una cantera de futuros profesionales del flamenco”.
Reconoce que “la guitarra flamenca de mujer está empezando su recorrido ahora” y la mayoría de las veces se requiere como guitarra solista. “Lo que menos se solicita es el acompañamiento al cante o al baile”, apunta. Sin embargo, ella es de las pocas mujeres que lo siguen haciendo.
Con más de quince años de experiencia en los escenarios, su carrera profesional ha sido muy variada y arrancó con 15 años, cuando se subió por primera vez a un escenario. Laura González es uno de los nombres más reconocidos a nivel provincial.
Asegura que se ha sentido “arropada” por la Peña Flamenca de Jaén, especialmente durante la presidencia del desaparecido Rafael Valera.
Toca con la sensibilidad que la caracteriza y disfruta del escenario, aunque no como lo hace en la intimidad de su casa. “Cuando más disfruto es tocando sola, en casa, cuando nadie me oye. Mi utopía es sentir en el escenario lo que siento en casa, sin presiones y nada en la cabeza rondando, centrándome en la música y en el sonido”, reconoce. En la misma línea, apunta que “cada vez que toca es para disfrutar” y si es a dúo con su pareja, el reconocido guitarrista José Rojo o arropada al chelo, contrabajo o percusión por los compañeros del Conservatorio, más.
“En todas las actuaciones disfruto tocando”, dice quien ha acompañado al cante a reconocidos jiennenses como Manolo Canaleja, Niño Jorge y Carmen Gersol. “Me gusta el flamenco puro, el tradicional, pero también abrirme a otros sonidos y posibilidades con el enriquecimiento de esa base, siempre partiendo de esas raíces”, apunta.
En cuanto al estilo de toque, explica que cada uno le proporciona un “sentimiento distinto”, pero tiene “predilección” por la granaína.
Defiende que “cada guitarra suena distinta” y no es porque la toque un hombre o una mujer. “El sonido de una guitarra depende de la sensibilidad personal”, puntualiza. Su guitarra es una más de la familia. “Se puede vivir de este arte, pero exige un gran sacrificio. Ahora la docencia es lo primero y escojo las actuaciones que más me aportan a nivel personal”, dice quien ha actuado en países como Francia y Portugal.
Con un disco publicado, ‘Laura González a la guitarra flamenca’, grabado en directo en una Peña de Extremadura, también colaboró en ‘El sonido de mi sentir’, de José Rojo. Antes de la pandemia, grabó con Juan Valderrama temas del disco ‘Mujeres de carne y verso’, que aúna poesía y flamenco de la mano de únicamente de mujeres artistas.
