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El amor por el musical y el premio a la solidaridad

La Escuela de Danza Fredes Insa convierte su clausura de curso cada año en un acontecimiento y en una oportunidad para contribuir con causas sociales

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  • La representación de la función de El Circo de la Alegría -
  • La recaudación de este año ha permitido ampliar el objetivo, pensando en los niños enfermos de cáncer del Hospital de Jerez

La Escuela de Danza y Comedia Musical Fredes Insa culmina cada año su curso con la representación de un espectáculo musical en el que participan todas sus alumnas y numerosos artistas amateurs que hacen posibles sus cada vez más ambiciosos montajes escénicos, como se ha comprobado este verano con la puesta en escena de El circo de la alegría.

Los festivales son el colofón final de un duro año en el que el esfuerzo se ve recompensado por los aplausos de un público entregado, pero en el que todo va acompañado de un valor añadido, puesto que la recaudación de las representaciones tienen un fin solidario, entre ellos, la lucha para combatir el cáncer infantil; en este último caso, hacer más llevadera la estancia de los pacientes oncológicos y sus familias en el Hospital de Jerez. Y el objetivo ha superado con creces las expectativas, ya que la recaudación de las tres representaciones programadas pueden superar los 50.000 euros. De hecho, han ampliado la cobertura prevista inicialmente para poder destinar toda la recaudación al fin acordado.

“La magia ha acompañado al espectáculo El Circo de la Alegría desde el origen”, apuntan desde la propia Escuela, “porque, sin levantar el telón del Villamarta ya estaban cubiertos los objetivos marcados para este año”: la venta anticipada de entradas hizo posible la adquisición de sillones-cama para los acompañantes de los niños enfermos de cáncer en el Hospital jerezano, tanto para los pacientes de hematología, como para los de las habitaciones burbuja. De hecho, cumplido el objetivo inicial, la promotora del espectáculo y directora de la academia, Fredes Insa, solicitó al centro hospitalario nuevas necesidades a las que se dedicará la recaudación de las dos sesiones ya celebradas en el Teatro Villamarta y la que dio el pistoletazo de salida al Tío Pepe Festival  el pasado 14 de julio.


“Sin duda,  El Circo de la Alegría nos ha traído precisamente eso, alegría y satisfacción, por la magia de haber conseguido los sillones-cama antes de poner un pie en el Villamarta, por llegar a unas cifras impensables y conseguir más material para el hospital, los niños y sus padres. En definitiva, el circo nos ha traído la alegría de ayudar y saber que hay mucha gente solidaria y dispuesta a arrimar el hombro”, ha comentado la directora de la Escuela.

Así, tras la donación realizada a una asociación anónima para la adquisición de los sillones cama, la segunda donación se ha realizado a través de la Fundación Manolo Maestre Dávila, que adquirirá nuevo material para la práctica clínica habitual de las unidades de hemato-oncología infantil -un visualizador de venas, un ecógrafo portátil y unas gafas de realidad virtual para distraer la atención de los niños mientras se les hacen pruebas o ponen catéteres-. Por otro lado, se empleará el dinero para material lúdico con el fin de hacer la estancia de los niños más llevadera y evitar el sedentarismo.

La gran apuesta de este año de la Escuela de Fredes Insa era hacer doble sesión en el Villamarta, con las que se ha alcanzado una recaudación de casi 29.000 euros, gracias a la venta de 1.801 entradas. A la espera de los datos del Tío Pepe Festival, que no se conocerán hasta el cierre del mismo, previsiblemente se alcanzará la misma cifra del Villamarta, es decir, otros 29.000.

La representación de El Circo de la Alegría  ha contado con más de 250 artistas amateurs de la escuela, desde los tres a los 78 años, 30 figurantes, 60 voluntarios, 600 disfraces y dos decorados a gran escala. Un proyecto que han trabajado niños y mayores durante más de seis meses para contar la historia de un circo, de gran fama mundial, que recala en Alemania justo antes de que estalle la II Guerra Mundial. Declarada la guerra, la gran familia del circo se ve atrapada sin posibilidad de salir del país y la carpa del circo queda destruida por una bomba. Los circenses tienen que enfrentarse a la adversidad y, en ese proceso, contarán con la ayuda de unos niños muy especiales. Un argumento emocionante y trepidante con el que Fredes Insa ha hecho vibrar al público cumpliendo un sueño: “Sé que la vida es una carrera de obstáculos, como los que viven estos circenses, pero me gustaría que imperara el color del circo y, de hecho, así ha sido como han podido ver los asistentes de Villamarta y Tío Pepe”. A falta de los datos de recaudación del Tío Pepe, se van a superar las cifras de años anteriores y se cumplirá el objetivo del proyecto: “Ayudar a los niños con cáncer y movilizar a muchísimas personas, tanto bailarines, actores, voluntarios y empresas colaboradoras con el único objetivo de mejorar la difícil situación por la que pasan las familias con hijos con cáncer”, señala Fredes Insa.

El apoyo creciente a las representaciones de la Escuela

Fredes Insa ha desarrollado una proyección imparable en la que la escuela ha ido aumentando sus aportaciones a obras benéficas relacionadas con el cáncer infantil. Comienza en 2018 con la obra ‘Violeta’ en la que se recogieron 1.200 euros para Cáritas. En el 2019, ‘Viva Broadway’ aumenta la recaudación a 2.000 euros que se entregaron a Unicef. En el año 2020,‘Un sueño llamado respeto’, no pudo llegar a estrenarse por la pandemia, pero el salto espectacular se produce en 2021 de la mano de ‘Los guardianes de las palabras’ en la que recauda 28.000 euros para la delegación jerezana de ‘Por una sonrisa’. En 2022 continúa creciendo con ‘Let’s Jazz’, aportando 43.000 euros a ALCEH de Jerez. 

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