Desde el equipo municipal de gobierno se condena igualmente la impunidad de este señor, y de sus correligionarios, para actuar en contra de todo el pueblo de La Línea de la Concepción y contra su patrona, no permitiendo a los feligreses disfrutar en su totalidad de la importancia de este día, así como de aquellos que teniendo la competencia de velar por el orden público no impidieron que este sindicalista pudiera protaginizar un acto tan deleznable como este, consintiendo una manifestación ilegal en todas sus reglas.
En otro orden de cosas, le preguntan al señor Porras Naranjo el porqué en lugar de utilizar a la Patrona de la ciudad como bandera de sus supuestas protestas, no se traslada al Ayuntamiento de Los Barrios –gobernado por los socialistas-, para exigir que los trabajadores barreños cobren íntegramente los salarios que se les adeudan en la actualidad, en mayor proporción que el de los empleados del Ayuntamiento linense, al igual que en muchos pueblos y ciudades de la provincia de Cádiz. “Este señor persiste en su actitud dañina hacia los trabajadores de la institución municipal de La Línea y parece no haber olvidado el flaco favor que les hizo a éstos a consecuencia de la huelga ilegal que convocó el pasado mes de agosto, aún conociendo las consecuencias que podría acarrearles. Por ello, en la actualidad el sindicato está completamente aislado y hay que ver que sólo tiene el poder de convocatoria de los liberados y sus familías tal y como se demostró en el desfile procesional”.
Tras el día de la Patrona, han sido muchos los linenses que nos han denunciado la actitud de los sindicatos y su falta de respeto hacia nuestra Patrona. “Es incomprensible que este señor haya perdido tanto el norte y esté dispuesto a arremeter contra toda la población linense, sin importarle un día de la importancia del de nuestra Patrona”.
El equipo municipal de gobierno ha querido agradecer públicamente el comportamiento demostrado durante la procesión de la Inmaculada Concepción por parte de los representantes de las diferentes juntas de hermandades y cofradías, de sus hermanos mayores y de los ciudadanos en general que quisieron acompañar a su Patrona. “Frente a aquellos que quisieron deslucir el cortejo procesional, los linenses supieron plantar cara y disfrutar en su máximo esplendor de la festividad de su ciudad”.
