El fuego se localizó en el salón y afectó a un aparato de aire acondicionado. La combustión derritió el material (PVC) y el incendio se propagó a un equipo de música situado debajo de éste.
La gran cantidad de humo negro dejó la vivienda llena de hollín y afortunadamente no se produjeron daños personales. A la llegada de los efectivos no había nadie en el interior. Los propietarios habían intentado sofocar las llamas sin éxito. Seis Bomberos y tres vehículos actuaron en la zona durante una hora aproximadamente.
Una vez sofocado el incendio, los Bomberos procedieron a ventilar la zona -inundada de humo-, con un turboventilador.