La Barriada de La Plata fue la primera gran operación de viviendas sociales en Jerez y una de las más importantes iniciativas arquitectónicas y urbanas de la modernidad provincial. Se convirtió en aquellos finales de los años 40 del pasado siglo en una mini ciudad dentro de esa gran ciudad que se comenzaba a esbozar. Fernando de la Cuadra la diseñó con mercado de abastos, hoy a la espera de una reorganización o de una reestructuración, colegio, el centro Isabel La Católica que ya cumple sus primeros 75 años, y la iglesia, la parroquia de Santa Ana.
Al calor de la vida parroquial unos feligreses, a su vez vecinos de la nueva zona urbanística, comenzaron a soñar con fundar una hermandad de penitencia que terminase llevando su cortejo y a Sus Titulares hasta la entonces Colegiata de Nuestro Señor San Salvador. En 1956 fueron aprobadas las reglas de la Hermandad de La Candelaria, una Semana Santa más tarde se dejó ver por la Carrera Oficial el nuevo hábito nazareno que iba a estrenar Jerez en las filas penitenciales del Cristo de la Viga y el 31 de marzo de 1958 ponía por vez primera su Cruz de Guía en los medios de la Rotonda de los Casinos, donde entonces comenzaba la Carrera Oficial. Era la primera corporación nazarena que nacía que no pertenecía a la zona centro o de intramuros de nuestra población. Y lo hacía sin saber que de alguna manera se iba a convertir en la luz que iba a guiar, en el tiempo, a que los nuevos barrios incorporasen cofradías a la nómina de la Semana Santa.
A finales de los 50 era la de Las Viñas quien seguía la senda iniciada pero ya hubo que esperar hasta que en 1973 se añadiese la de El Perdón que, curiosamente, se erigía igualmente en la parroquial de Santa Ana. Surgía como hermandad en 1973 y ya hubo que aguardar para ver a una nueva de barrio a comienzos de este siglo, con La Clemencia, aunque a continuación de la de San Benito llegó el boom de nuevas erecciones canónicas y barrios como los del Pago San José, con Pasión, Zona Sur, con la Sed, Federico Mayo, con Salud, La Constancia, con La Paz, San Juan de Dios, con Bondad, Las Torres, con Salvación, La Granja, con Soberano Poder, Pelirón, con Consuelo, Icovesa, con Redención Salesiana, Picadueñas, con Misión, incluso Guadalcacín con La Entrega llegaron con ilusión y con ganas a hacer catequesis al centro urbano.
Y en puertas, Barbadillo con Humildad. Precisamente Humildad y Paciencia y Sagrada Mortaja también son de estos tiempos aunque nacieron en la denominada zona centro, en Las Angustias, Santísima Trinidad, y Capuchinos. Otra reseña importante es el Santísimo Cristo de Las Almas, de la Sacramental de Santiago, que se incorporó como hermandad de penitencia con la recuperación del Sábado Santo.
La luz de la Candelaria, allá a mediados del pasado siglo, ha servido para alumbrar a esta Semana Santa que ya estamos viviendo. Fue la precursora de esa eclosión urbana que comenzó a confirmarse a finales de los 60 para convertir la urbe en el Jerez actual.