De hecho, era imposible que el municipio quedase aparte, teniendo en cuenta que uno de diputados que tomaron parte en las célebres Cortes de Cádiz venía de Algeciras. Se trataba de Vicente Terrero, un sacerdote procedente de familia noble nacido en San Roque, en 1766, pero que vivió gran parte de su vida en Algeciras.
Según ha podido saber este diario, el Ayuntamiento tiene previsto organizar un programa propio de actos relacionados con el bicentenario, y la figura de Terrero está llamada a ser clave en este conjunto de actividades.
El Consistorio, a propuesta de la Asociación en Defensa del Patrimonio La Trocha, estaría estudiando la posibilidad de inaugurar una placa en homenaje a este importante personaje de Algeciras en la fachada del inmueble que una vez albergó su casa natal, un edificio que ha sufrido diferentes reformas y modificaciones a lo largo de dos siglos pero cuya estructura y solar permanecen como antaño.
Si bien ahora otros habitantes moran en aquella casa, lo que se mantiene intacto es el escudo de la familia Terrero, ubicado en la parte superior de la fachada, y que resiste imponente el paso de los años.
Precisamente el escudo de los Terrero será uno de los elementos que se ponga en valor durante la celebración de los actos del bicentenario en Algeciras. Ello supondrá, asimismo, una apuesta decidida del Equipo de Gobierno por promover elementos clave del patrimonio algecireño que, desde hace años, entran en las reivindicaciones de La Trocha para ser defendidos, dados a conocer y conservados como se merecen.
Conferencias
Asimismo, está previsto que se organicen una serie de conferencias sobre la figura de este personaje, al que entonces ya se conocía con el sobrenombre del Cura Terrero, y que sin embargo es un gran desconocido para la mayoría de los algecireños a los que hemos preguntado.
En esta tarea de divulgación colaborará de un modo decisivo La Trocha, cuyo presidente, Manuel Correro, publicó en EL FARO INFORMACIÓN, en fecha 24 de septiembre de 2010, un amplio reportaje de dos partes bajo el título Un algecireño entre los padres de la Constitución de 1812, y en el que relata detalladamente los principales pasajes de la vida de Terrero y su participación, decisiva, en el proceso constituyente promovido por las famosas Cortes de Cádiz.
Meses después, Correro impartió una conferencia en el Centro Andaluz en la que habló también de la figura de Terrero.
Figura singular
Vicente Terrero se trasladó con su familia a Algeciras cuando tenía sólo cinco años. Algecireño, por tanto, de adopción, no podía dejar de ser, por ello, un tanto especial, y así lo describen autores de la época.
Tal y como relataba Manuel Correro, “fue un liberal radical en política con algunas inclinaciones republicanas”, llegando a hablar de “cortar cabezas de las testas coronadas”. Entre otras cosas, se hizo célebre por su expresividad en los discursos, en los que mostraba un marcado ceceo andaluz.
El autor Marcelino Menéndez Pelayo se refería a él como “estrafalario y violento”, e incluso Pérez Galdós mencionaba de él que tenía “un cuerpo mezquino e ideas estrafalarias”.
San Roque dedicará sus actos del bicentenario a Terrero, con la instalación de otra placa en un lugar emblemático del municipio.
El escudo
El presidente de la Asociación en Defensa del Patrimonio La Trocha, Manuel Correro, explicaba en su artículo Un algecireño entre los padres de la Constitución de 1812 las claves de un escudo familiar que luce esplendoroso más de dos siglos después de hacer su aparición en la zona más céntrica de Algeciras, dando a conocer la llegada de esta familia de hidalgos.
El Cronista y Rey de Armas del monarca Carlos IV en persona certificó la elaboración de este escudo en el lejano 1778.
Según la explicación del investigador, “el escudo está partido en faja en la parte alta sobre gules (rojo intenso); dos torres de plata sobre un muro del mismo metal, puertas, ventanas y troneras azules; y, en la parte baja, sobre el mismo gules, un galgo en salto también de plata con collar verde.
Para Correro, este color rojo intenso representa el ardimiento, el arrojo y la valentía “en defensa del Rey y de la Patria” y de “haber vencido con derramamiento de sangre propia o enemiga”.
En cuanto a las torres, simbolizan la fortaleza, la vigilancia, el asilo o la salvaguarda, aunque “también puede representar señorío y defensa”.
La plata es limpieza, pureza y verdad, así como fidelidad. El muro es “símbolo de provecho y amparo” y el galgo es “animal sagaz y fiel defensor de su señor”. El collar es su sometimiento al Rey, El color verde es “símbolo de prudencia y esperanzada victoria”.
La puesta en valor de este escudo, y la instalación de una placa conmemorativa en la fachada, se vislumbran como parte del programa previsto por el Consistorio para conmemorar la Constitución de 1812.
