El diestro se enfrentó a seis novillos y demostró con ello que está en un perfecto estado de forma, a pesar de su largo periodo de recuperación.
Dificultades obvias
A pesar de carecer de la visión del ojo derecho, que lleva cubierto con un parche negro, Padilla estuvo enorme con los novillos que toreó, demostrando que está igual que antes de la grave cornada o mejor.
El torero hizo comentarios sobre la dificultad que conlleva lidiar con un sólo ojo, sobre todo para medir las distancias con el toro, y afirmó que se está adaptando mucho mejor de lo que él esperaba.
La verdad es que lo demostró con su forma de torear ayer tarde. Padilla demostró, en definitiva, que existen claras posibilidades de volver a verle en los ruedos cuando esté completamente recuperado de las secuelas.
Por otra parte, es de destacar que Ruiz Miguel está como en sus mejores tiempos. Parece que los años no pasan por él y no en vano esta temporada tomará parte en varias corridas.