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Los imputados en el asesinato del indigente lo niegan todo

Durante la vista los cuatro extranjeros, de nacionalidad polaca y alemana, se han acogido a su derecho a no declarar y sólo han contestado a las preguntas de sus abogados

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  • A la izquierda los imputados con sus traductores y abogados. -

Los escuetos testimonios de los cuatro imputados en el crimen del indigente polaco en el primer día de la vista que acoge esta semana la sección octava de la Audiencia Provincial arrojaron poca luz al suceso en el que perdió la vida el ciudadano Alexander G. en la madrugada del 21 de febrero de 2011. Se acogieron a su derecho a no declarar y sólo respondieron a las preguntas de sus respectivos abogados. Al Ministerio Fiscal no le quedó otro remedio que formular las preguntas y dar cuenta de las contradicciones de los procesados en sus declaraciones ante la Policía Nacional y  el juez y exponer a los miembros del jurado las calificaciones de los hechos para los que reclama 20 años de cárcel para cada uno por un presunto delito de asesinato. Entre las cuestiones que se quedaron en el aire y que irán aclarándose a medida que avance el juicio, el fiscal llegó a preguntar por la existencia de muestras biológicas del fallecido en la camisa interior de Darius J, uno de los imputados, así como restos de sangre en la cazadora.


Con la ayuda de dos traductores de polaco y alemán,  los cuatro aseguraron a sus defensas que ni hubo pelea y ni vieron a nadie golpear a la víctima. Todos relataron que  bebieron alcohol, aunque ninguno coincidió en las horas en las que lo hicieron ni en las cantidades que se tomaron. En este sentido, Marek K, llegó a decir que se repartieron dos litros de tinto y coca cola “para cuatro personas”, retirándose luego a dormir, mientras que otro imputado, Darius J, también de nacionalidad polaca explicó que fue con la víctima a comprar tabaco y “lo perdió de vista”.


Tampoco quedó claro si en todo momento estuvieron los cinco, dado que el indigente de origen alemán, Rau T, habló siempre de cuatro personas y excluyó a Michal de la reunión en la casa abandonada de la calle Lealas donde se quedaban por las noches, mientras que este último dijo que sí estuvo bebiendo de nueve a diez de la noche pero que se retiró pronto a dormir. En su reconstrucción de los hechos que describió al jurado, el ministerio público acusó a los cuatro imputados de dar a la víctima una paliza “con el propósito de causarle la muerte” golpeándole en la espalda, la cabeza y las piernas.


Debido al alcohol ingestado y a la agresión recibida la víctima quedó inconsciente, pero con vida, tras lo que procedieron presuntamente a arrojarlo a un contenedor cercano de la calle Asta. Como siguió explicando al jurado el fiscal, el conductor del camión de la basura no se percató del cuerpo del fallecido, que recogió con el resto de la basura, y fue el mecanismo compactador del vehículo el que le provocó la muerte por asfixia durante el traslado a la planta de Las Calandrias debido a una fractura abdominal.

Hoy declaran vecinos y policías

En la vista de este martes declararán los testigos, entre los que se encuentra un vecino del inmueble en el que presuntamente se produjo la pelea, así como los policías que hicieron la inspección ocular en el lugar de los hechos.

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