La Delegación provincial de Educación tiene en previsión la creación de un aula específica en uno de los dos colegios que hay en Guadalcacín para apoyar los estudios de los escolares que presentan necesidades especiales en su desarrollo, a los que hasta ahora se está optando por derivar a otros centros educativos de Jerez con esta herramienta de apoyo.
Así se lo han comunicado desde el departamento de la delegación encargado de las necesidades especiales educativas a los padres de Adriana, una niña de nueve años que nació con microcefalia, un trastorno neurológico que afecta al desarrollo psicomotor y el habla, a raíz de la denuncia pública que Javier e Irene hicieron en este medio.
Semanas antes la dirección del CEIP Guadaluz, donde su hija cursa 2º de Primaria, le había propuesto que la niña cambiara de colegio para el curso próximo para así garantizar una atención adecuada, una medida que sus progenitores consideraban un “exilio” por los perjuicios que supondrían para la pequeña apartarla de su entorno, de sus amigos y de su hermana melliza, que estudia un curso más que Adriana y no sufre ninguna discapacidad.
No obstante, aunque en el departamento de Educación coinciden en la necesidad de poner en marcha esta aula, dejan en manos de la Consejería de Educación el que se habiliten los medios necesarios y la partida para que este recurso sea una realidad y aglutine así al menos a una decena o más de niños que se encuentran en situación similar a la de Adriana. De hecho, ya hay familias con niños que también sufren alguna discapacidad y que tampoco comulgan con la idea de que estos sean derivados a otros centros fuera de la pedanía que han contactado con el matrimonio tras conocer su reivindicación.
Estarán vigilantes
A partir de ahí, más allá del compromiso firme, lo que no le han sabido garantizar a esta familia es si la clase para alumnos con necesidades especiales empezará a funcionar el próximo curso o tendrán que esperar otro año más. En este sentido, aunque satisfechos por haber dado un paso más, sí advierten que estarán vigilantes para que la solución a su reivindicación no se demore en el tiempo en perjuicio de su hija y del resto de niños a los que sus docentes no pueden prestar toda la asistencia individualizada que ellos requieren para mejorar su aprendizaje.