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Un maíz dulce ‘made in’ Jerez conquista el mercado internacional

¿Cómo se pasa a cultivar maíz dulce y hacerlo con éxito internacional? Alfredo García tuvo clara la respuesta: arriesgando. Ahora, la empresa que fundó en 1987, exporta maíz dulce al extranjero, y su volumen de negocio procede en un 90 % de Holanda, Alemania y Reino Unido

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  • Alfredo García

Ya se entre a Jerez por Sanlúcar, Rota, El Puerto o Sevilla, el paisaje que rodea a la capital de la campiña es de tierras albarizas. Un tipo de tierra arcillosa que viene muy bien a los mundialmente conocidos caldos de Jerez. Es esa tierra, además de su proceso de maduración en botas de roble americano, el clima y el mimo de las bodegas, la que le imprimen al jerez un carácter único.
Pero el éxito empresarial viene, como bien prescriben todos los manuales de economía, en la innovación. La diferencia suele ser premiada en el mercado. Es lo que le ha pasado a Alfonso García, aunque su recompensa ha sido fruto también de un trabajo sostenido y duro, como lo es siempre el campo, que viene desarrollando desde 1987, cuando decidió “arriesgar” y empezar a plantar maíz dulce.
Si la mayoría de la agricultura de la campiña se centra en la vid, Alfredo decidió apostar por una variedad, el maíz dulce, destinado al consumo en fresco. Se trataba de detectar un nicho de mercado: “Supimos aprovechar la oportunidad de ese momento, porque además el clima de esta zona le va muy bien al maíz dulce, y hace que el cultivo sea aquí muy rentable y más productivo que en otras zonas”.
Aunque la idea no siempre tuvo esa forma en la cabeza de Alfredo, que comenzó plantando lechugas con unos amigos. Entonces un productor inglés le propuso plantar la variedad dulce del maíz, porque estaba buscando un clima más favorable para el cultivo de esta variedad, un producto muy demandado en los países anglosajones y del norte de Europa.Y es que las carácterísticas de la campiña de Jerez asegurarían un abastecimiento de producto durante todo el año.
Así nació Ansar S.A. en 1987 en Jerez, y casi 30 años después ya exportan a Holanda, Alemania y Reino Unido. De eso países procede el 90 % de su volumen de negocio, “porque aquí no se consume maíz dulce fresco, solo enlatado”.
Los orígenes de Ansar fueron modestos. “Comenzamos plantando tan solo seis hectáreas. Y en un año nos atrevimos a dar el salto y plantamos 110, debido a que llegó otro cliente inglés que se interesó por la producción”, cuenta el director de Ansar S.A., que ahora presume de forma heróica de que “esta es misión de un solo hombre”. Eso lo convierte en una rara avis en el mundo de las multinacionales, que suelen tener estructuras organizativas muy amplias.
Ansar es de hecho una multinacional, porque vende maíz dulce fresco a granel a mercados extranjeros, a los que llega el producto a través de empresas empaquetadoras que luego distribuyen el maíz por las principales cadenas de supermercados de esos países.
Este cultivo pionero revirtió a su propietario el año pasado unos beneficios importantes. La empresa facturó en 2014 dos millones de euros, y para el próximo ejercició, con la ampliación de mercados a los Emiratos Árabe, espera superar esos ingresos, pese a que la campaña de este verano “ha sido complicada por el calor que ha hecho”.

Emiratos Árabes, próximo destino del maíz

Esta empresa jerezana está muy centrada en la calidad del maíz que produce, pero también en la ampliación de mercados. Por eso, el próximo objetivo que planean es llevar el maíz a los Emiratos Árabes “este mismo otoño”. La irrupción del maíz jerezano en el Golfo Pérsico “es inminente. Comenzaremos en la próxima campaña a vender allí”, señala el director de Ansar, Alfredo García.
Y aunque resulte paradójico, el mercado nacional no está entre las aspiraciones inmediatas de esta empresa, porque “España aún está lejos de los hábitos de consumo de los países nórdicos y anglosajones, que quieren el producto fresco, y no enlatado, como se consume aquí”.
Alfredo señala que “lo mejor para conservar la calidad del maíz” a lo largo del viaje por toda Europa es venderlo en mazorcas como ellos lo comercializan.
Para hacer frente al salto al mercado árabe, la pplantación se ha ampliado este año a las 400 hectáreas, lo que permite obtener unas 4.000 toneladas de maíz, y tienen más de una producción al año, motivo por el que el mercado europeo ha fijado sus ojos en esta tierra, que garantiza maíz todo el año.

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