El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ha remitido un escrito al Ayuntamiento de Jerez en el que le insta a la liquidación de la Fundación Teatro Villamarta en cumplimiento de la denominada reforma local, que impide que una sociedad municipal mantenga su actividad tras acumular dos años de pérdidas.
La alcaldesa, Mamen Sánchez, explicó ayer en rueda de prensa que el escrito es respuesta a una petición del Gobierno local de mantener la actividad de la Fundación que gestiona el Teatro Villamarta, para lo cual planteaba una serie de propuestas que no han sido tomadas en consideración por el ministerio.
En cualquier caso, Sánchez dejó claro que la disolución de este organismo público no afectará al normal desarrollo de la actividad del teatro, aunque para ello fuese el propio Ayuntamiento quien debiera asumir la gestión directa.
Esa sería “la última opción”, ya que a juicio de la alcaldesa “ralentizaría mucho” cualquier gestión, ya que debería someterse a los procedimientos administrativos propios del Consistorio. De momento, el Gobierno local va a trabajar para “buscar las alternativas” que permitan que la gestión del coliseo pueda llevarse a cabo “desde otro lugar” o ente de titularidad pública.
Por tanto, la actividad del teatro “sigue adelante”, con todos los espectáculos que se encontraban ya programados, entre los que destacan los incluidos en la próxima edición del Festival de Jerez.
Sin embargo, por ahora no se puede comprometer “nada nuevo” al encontrarse el Ayuntamiento a expensas de determinar qué ente va a asumir la gestión del coliseo. La idea del Gobierno local es que “entre abril y mayo” este “problema” se encuentre ya “resuelto”, sea “a través del Ayuntamiento o de cualquier otra fórmula”.
La Fundación Teatro Villamarta –que depende del Ayuntamiento- cuenta con 27 trabajadores en plantilla y acumuló unas pérdidas de 900.000 euros en el periodo comprendido entre 2012 y 2013, encontrándose pendientes de aprobación de las cuentas del ejercicio 2014.
En su comparecencia ante los medios, Mamen Sánchez responsabilizó de esta situación al Gobierno anterior, que lideró la popular María José García-Pelayo, a quien acusó de “ocultar” la “situación real” de esta fundación.
La regidora recordó que el ente arrojó pérdidas en 2012 y 2013, “por lo que la legislación que aprobó el propio PP exigía un plan de corrección para reequilibrar las cuentas que, al parecer, hicieron mal, ya que parece que en 2014 también hubo pérdidas”.
El propio escrito del ministerio explica que al encontrarse la fundación en situación de “desequilibrio financiero” existía obligación de “aprobar un plan de corrección, lo cual parece que se llevó a cabo, si bien dado que el ejercicio 2014 también parece arrojar un resultado negativo no se ha conseguido reequilibrar el ente y la norma exige su disolución por parte del Ayuntamiento o la disolución automática a 1 de diciembre de 2015”.
Mamen Sánchez lamentó que el Gobierno de García-Pelayo desaprovechara la “oportunidad de salvar a la fundación en 2014” y optara por “no convocar al patronato, evitando tener que aprobar las cuentas que al parecer arrojaban también pérdidas”. Además, la primera autoridad municipal destacó el hecho de que estemos ante “una situación inédita en España”. “Desgraciadamente el Ayuntamiento de Jerez vuelve a ser pionero en una situación como ésta por lo que nos toca buscar la fórmula jurídica que permita la continuidad de la actividad del teatro”, incidió.
Por último, enmarcó la disolución de esta sociedad en la “pésima gestión” llevada a cabo por el Gobierno anterior. “Al ERE arbitrario, la situación de Cirjesa, los incumplimientos del Plan de Ajuste o a la deuda con el Consorcio de Bomberos se suma ahora el problema de la Fundación Teatro Villamarta”, apostilló.
Empresas colaboradoras
El Ayuntamiento había trabajado estos últimos meses en la búsqueda de patrocinadores que hicieran viable la continuidad del teatro como espacio público, encontrando respuesta positiva en entidades “como Cajasol, Aqualia, alguna bodega y Linesur”, que según Mamen Sánchez “habían mostrado su intención de colaborar”. “Les estamos muy agradecidos y si encontramos la fórmula jurídica para garantizar el teatro y ellos pueden colaborar, volveremos a pedirles su ayuda”, añadió.
No parece por tanto que vaya a existir un problema inmediato de carácter económico, toda vez que el Ayuntamiento sí ha encontrado entidades que estarían dispuestas a prestar su colaboración. El problema fundamental es encontrar la fórmula que permita que el Consistorio siga manteniendo el control de la fundación de manera indirecta, tal y como ha venido haciendo hasta ahora. En este sentido, una de las posibilidades que se barajan pasa por traspasar el objeto social de la Fundación Teatro Villamarta a otro de los entes de titularidad municipal.
En caso de que ello no fuera posible, sería el Ayuntamiento en primera persona quien tendría que gestionar la actividad, pero la contratación de cualquier espectáculo o servicio debería someterse al marco jurídico propio de las administraciones públicas, lo que reduciría el margen de maniobra.
Según los datos divulgados por el propio Ayuntamiento, el coste anual de la plantilla de trabajadores de la Fundación Teatro Villamarta ronda los 1,1 millones de euros. El Gobierno local aseguró ayer que les mantendrá puntualmente informados de los pasos que se vayan a dar a partir de ahora, lo cual no evita que en la plantilla cunda ya la desazón.
El PP no se considera responsable
El concejal del grupo popular Antonio Montero recordó por su parte que la Fundación Teatro Villamarta acumulaba en 2011 un déficit de más cuatro millones de euros, motivo por el cual se solicitó financiación a través de los créditos ICO “para garantizar” su continuidad, por lo que “técnicamente se desarrolló un plan de equilibrio presupuestario que contó con la aprobación del Ministerio de Hacienda” y que “redujo la deuda en más de un 30 por ciento”.
Montero aclaró que el PP no formuló las cuentas de 2014 porque los presupuestos de 2015 estaban pendientes de aprobación y en el ejercicio 2014 se aprobaron partidas de transferencias a las fundaciones dependientes de Cultura por importe de 1,4 millones. Por tanto, “a la vista de lo expuesto, la situación que lleva a la disolución de la fundación no es responsabilidad de la gestión del PP durante la legislatura 2011-2015”, recordando el edil que el ente “tiene un problema estructural que le lleva a acumular deuda año tras año”.
Críticas de Ganemos y PSOE
Mientras tanto, Ganemos ha lamentado el “triste desenlace” de la Fundación Teatro Villamarta, en “otro ejemplo de la mala gestión del Gobierno local y de la crueldad que encierra la Ley de Racionalización del Sector Público que impulsó el PP en 2014 y que está acabando con los organismos públicos que tienen dificultades económicas, sea cual sea su ámbito de actuación”. La agrupación de electores “ha echado en falta acciones proactivas y urgentes por parte del Gobierno, que contaba con el apoyo de su partido en la Junta y la Diputación”.
Por su parte, la diputada socialista Miriam Alconchel ha reivindicado la derogación de la ley que impide que una sociedad municipal subsista a pesar de acumular años de pérdidas. “Los socialistas afrontamos con valentía la situación pero hay que ir contra este modo de gestionar que representa una pérdida de la autonomía local y que atenta contra los trabajadores públicos; una ley que tiende a la privatización y a los despidos de empleados públicos”, dijo.