Accem ultima, no sin dificultades, los centros de acogida donde vivirán
Si ya las personas en riesgo de exclusión social lo tienen complicado incluso con mediadores para “beneficiarse” de un contrato de alquiler, la desconfianza de los propietarios y las propias inmobiliarias es más acusada cuando se trata de demandantes extranjeros. En la Asociación Comisión Católica Española de Migración (Accem) trabajan con colectivos migrantes y refugiados acogidos en las viviendas y saben bien de la “penalización” que sufren a la hora de buscar una casa al tener que hacer frente a precios “elevados” para optar a una vivienda “en condiciones nefastas”.
Por ello, “dignificar” dichas condiciones es para el responsable en la provincia de Accem, Rodrigo Gómez, una de las prioridades de la organización contactando con entidades y aportando recursos a la red. Desde esta asociación, que también acudió a la reunión con Carmen Collado, luchan cada día por acabar con lo que consideran un “problema histórico” ante la “poca sensibilidad” de la sociedad. “Se aprovechan de las personas ofreciéndole pisos bastante deplorables”, lamenta. Esto explica que su labor de mediación sea fundamental a la hora de acompañarles en el proceso de búsqueda y dando cobertura a personas emigrantes en situación de exclusión a través del piso de acogida. En estos momentos, los 12 están completos, y en el momento de que alguno quede libre, lo habitual es que vuelvan a estar ocupados en el mismo día.
Se esperan otras tres
Ahora su proyecto más inminente es ultimar los centros de acogida para las primeras familias de refugiados de la guerra de Siria que está previsto que lleguen en febrero. En principio serán tres, y más adelante se esperan otras tres más. Pese al drama de este colectivo, desde Accem resaltan las dificultades para concertar un alquiler para estas personas, aún teniendo los propietarios el aval de la asociación, dado que ellos se hacen cargo de los alquileres. Al tratarse de personas jurídicas y no físicas, no pueden optar por cualquiera de las 2.500 viviendas del parque de Emuvijesa, por lo que tienen que centrarse en las privadas.
¿Hay requisitos para estas viviendas?Hay un modelo concreto, como explica Gómez, y es que estos inmuebles tengan dos baños porque normalmente en ellas residirán varias familias pero siempre buscando el equilibrio porque estas casas no se conviertan nunca en “pisos patera”, algo que en la asociación también tienen muy en cuenta. “Estamos hablando siempre de familias pequeñas y de hecho lo máximo que metemos en estas casas son a seis personas”, precisa.