Quienes les conocen creen que hoy Pedro Pacheco, Pilar Sánchez y María José García-Pelayo, exalcaldes de Jerez , se pensarían mucho volver a llevar sus rencillas políticas a los tribunales, en un cruce de denuncias que ha acabado por salpicarles a los tres.
"Hay pasos que cuando se dan, no tienen vuelta atrás. Yo creo que hoy los tres están arrepentidos de este juego de denuncias políticas", ha explicado a EFE Juan Pedro Cosano, abogado de la defensa o de la acusación en algunos de los distintos procesos judiciales que tienen abiertos los tres exalcaldes.
El cruce de denuncias entre estos rivales políticos ya ha llevado a la cárcel a dos de ellos: el exlíder andalucista Pedro Pacheco y la exsocialista Pilar Sánchez.
La tercera alcaldesa que ha tenido Jerez desde el inicio de la democracia hasta las últimas elecciones municipales, la popular García-Pelayo, es investigada por el Tribunal Supremo, en su condición de aforada, en una pieza separada de la trama Gürtel.
El "fuego cruzado" de denuncias entre los tres está relacionado con la rocambolesca situación que vivió el gobierno municipal desde que en el 2003 Pacheco perdiera las sucesivas mayorías con la que había regido la ciudad durante 24 años consecutivos.
Tras aquellas elecciones, de la noche a la mañana, un pacto entre García-Pelayo y Pilar Sánchez se frustró y se convirtió en una alianza de la popular con Pacheco.
La unión se rompió en el 2005 cuando, moción de censura mediante, el líder andalucista pactó con la socialista, que se hizo entonces con la alcaldía.
Las relaciones entre ellos eran tan malas que llegaron a no existir.
"No se puede imaginar lo que era gobernar en contra de los celos y de los recelos", dijo Pacheco al tribunal que ahora le juzga por un caso de corrupción urbanística que partió de una denuncia de la Agencia Tributaria.
El cruce de denuncias se inició cuando Sánchez se negó a firmar las nóminas de unos compañeros del PA de Pacheco que tenían un informe en el que se señalaba que no prestaban ningún servicio en las sociedades municipales en las que habían sido contratados.
La socialista dirigió el caso a la fiscalía y el exandalucista cumple actualmente una condena de cinco años y medio de prisión por ello.
Pacheco respondió con otra denuncia y acusó a la socialista de contratar ilegalmente asesores entre compañeros del PSOE, en un caso por el que Sánchez fue absuelta.
En el 2009 la socialista denunció a García-Pelayo por tres contratos irregulares por valor de 355.391 euros que el Ayuntamiento había firmado con la trama Gurtel para servicios en FITUR.
En el 2011 la popular denunció a la socialista por desviar fondos del Plan E para pagar nóminas municipales, lo que derivó en una condena de dos años de prisión para Sánchez, que fue anulada después.
La condena de cuatro años y medio de prisión que ahora ha llevado a Sánchez no es consecuencia de una denuncia de estos dos rivales, sino del PA, pero cuando Pacheco ya no formaba parte de esta formación.
Parece que las rencillas políticas entre ellos pudieron más que las advertencias que les llegaron sobre los peligros de poner en marcha la maquinaria de los tribunales, lenta, pero imparable e implacable.
"Y más hoy, cuando la presunción de inocencia a los políticos se ha convertido en presunción de culpabilidad", opina Cosano.
Las consecuencias para ellos aún no han acabado