Investigadores del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) Rancho de la Merced, en Jerez y Alameda del Obispo (Córdoba) han comprobado las propiedades de un extracto de madera de poda de la viña para utilizarlo como conservante natural del vino.
Según ha informado la Fundación Descubre, el estudio supone un primer paso para utilizar este concentrado como alternativa al anhídrido sulfuroso, el aditivo químico usado de forma habitual en el proceso de vinificación y que posee capacidad antioxidante y antimicrobiana.
Sin embargo, según aportan estudios recientes, se podrían dar algunos riesgos para la salud ya que el consumo de sulfitos, unos compuestos químicos derivados del sulfuroso, pueden generar reacciones alérgicas en algunos consumidores.
"Los individuos sensibles a estas sustancias experimentan una variedad de síntomas, como dermatitis, urticaria, dolor abdominal, diarrea o anafilaxia, una reacción alérgica generalizada, cuando ingieren más de 10 miligramos", ha asegurado en el comunicado.
Por esta razón "hay interés, por parte de la comunidad científica, en encontrar una alternativa al sulfuroso, en un intento por reducir su concentración en el vino que, aunque controlada, es bastante alta", explica a la Fundación Descubre la investigadora principal de este proyecto, Emma Cantos-Villar, del IFAPA Rancho de la Merced.
El vineatrol, en cambio, es un extracto elaborado a partir de madera de poda de viña rico en estilbenos compuestos que se encuentran en la uva de forma natural pero en concentraciones muy bajas así como en las hojas, la raíz o el tronco.
El extracto que han utilizado en este estudio proviene de una patente de la empresa francesa Actichem según ha indicado la investigadora.
Para la experta, los estilbenos se caracterizan por su potente capacidad antioxidante y por su actividad antimicrobiana. "Estas propiedades- indica Cantos-Villar- ya han sido descritas en estudios anteriores pero aún no han sido probadas en vino".
"El compuesto que sustituya al sulfuroso debe cumplir las mismas funciones que éste y no debería modificar ni la composición química del vino ni sus propiedades organolépticas como el olor o el sabor", han argumentado.
De ahí la ventaja de este extracto compuesto por sustancias que se encuentran de forma natural en el vino por lo que no añaden "nada extraño o ajeno".
Además, los estilbenos también son compuestos bioactivos, es decir, beneficiosos para la salud, ya que según Cantos-Villar "hay trabajos que demuestran sus propiedades anticancerígenas y otras relacionadas con la prevención de enfermedades cardiovasculares o del sistema nervioso y, por tanto, las propiedades saludables del vino se potencian".