Seis años y medio después de que el ERE de Saint Gobain Vicasa pusiera fin a la actividad de la centenaria fábrica de botellas de Jerez que durante décadas fue un referente industrial para toda la comarca jerezana, llegando a contar con más de 1.000 trabajadores, la multinacional francesa se va definitivamente de la ciudad. En esta última etapa apenas quedaban unos 125, de los cuales por el ERE extintivo 44 fueron prejubilados, 28 fueron destinados al centro de producción de Vicasa en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra, la factoría elegida para ampliar su actividad, mientras que los 40 restantes fueron colocados en un nuevo centro logístico que esta empresa reubicó en las mismas instalaciones de la ronda de los Alunados. En la actualidad, según fuentes del entorno de la fábrica, son 13 los empleados que se dedican al arreglo de moldes, al almacenaje de productos de otras fábricas del grupo, entre otras funciones. Unas labores de mantenimiento que dejarán de realizarse a partir del 30 de junio.
El pasado jueves, el director de Recursos Humanos y el director general de la vidriera Verallia, una de las filiares más relevantes de Saint Gobain y que en 2015 vendió a dos fondos de inversión (Apollo y Bpifrance), acudieron al centro y le anunciaron la “conveniencia” de cerrar el centro.
Entre los argumentos esgrimidos, según ha podido saber este periódico, resaltaron la no concesión de la certificación medioambiental de la Junta y la necesidad de acometer inversiones por cuestiones de seguridad y por otras razones que no están dispuestos a materializar por el “déficit” del centro. “Que se recalque que la organización y gestión depende de la compañía, por lo que si hay que echar la culpa a alguien es a ellos, porque algo están haciendo mal”, resaltan las fuentes consultadas.
El 30 de junio, el plazo
El que el 30 de junio expire el contrato con Saint Gobain, la dueña de los terrenos, allana aún más un camino en el que los trabajadores tienen todas las de perder. De momento, a los 13 empleados les han dado vacaciones hasta el día 10 de junio, dejando solo servicios mínimos en los dos departamentos. El próximo lunes, los representantes del comité de empresa se sentarán con la dirección de Verallia para negociar las condiciones de los empleados, para los que ya se habla de traslados y posibles prejubilaciones. Al término de esta primera reunión, se convocará una asamblea para informar a la plantilla para “tomar decisiones”. En este sentido, no se descarta que de ahí salgan movilizaciones, pues los “supervivientes” de la fábrica de botellas no piensan quedarse de brazos cruzados.
Aunque el jueves se confirmaron los peores presagios, los trabajadores habían comenzado a sospechar una semana antes, cuando cesó la actividad del departamento de expediciones y dejaron de llegar los camiones de palés de botellas. En el entorno de la fábrica de botellas tampoco pasan por alto la actitud que ha tenido el Ayuntamiento de Jerez en todo este asunto, del que casi no quieren ni oír hablar. “Tenía la llave para recalificar los terrenos y ha vendido a los 13 trabajadores; no los ha defendido”, sentencian. Le reprochan que “no hayan hecho nada” y se hayan reunido con Verallia sin contactar con ellos, además de haberse enterado del desenlace “de esta manera”.