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La vida entre montones de excrementos y roedores

Una mujer de mediana edad con un posible trastorno mental fue desalojada ayer por la mañana por efectivos del Ayuntamiento tras haber vivido durante un largo espacio de tiempo rodeada de basuras, insectos y roedores.

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  • Muebles y enseres de la propietaria de la vivienda, cargados ya en un camión para su desalojo. -
Para los vecinos del número 24 de la calle Regino Martínez era ya sólo cuestión de tiempo. Desde hacía ya varios meses venían denunciando los malos olores y la sensación de insalubridad que emanaban del cuarto piso del inmueble, habitado por una mujer de mediana edad, quien al parecer sufre el trastorno conocido como síndrome de diógenes.

Esta señora es muy conocida en la zona centro de Algeciras porque paseaba por las calles con una caña de pescar y en compañía de un hombre también de peculiares costumbres.


Tras las primeras denuncias, la Delegación de Igualdad y Bienestar Social se puso en contacto con los propietarios de las viviendas y comenzó un procedimiento por parte de los propios residentes del inmueble para intentar convencer a la mujer y a su pareja, quien al parecer habitaba con ella, para que tomasen conciencia de la situación en la que viven. Igualmente, la mujer rechazó la ayuda domiciliaria que le ofrecieron desde el Ayuntamiento. Ante la imposibilidad de resolver el problema por procedimientos menos dolosos, desde la Delegación Municipal de Salud y Consumo comenzaron a realizarse los trámites oportunos para entrar en la casa.

De este modo, se dio parte a las instancias judiciales, y ayer mismo la Fiscalía de Área dio la autorización para entrar. Operarios de la empresa pública de limpieza (Algesa) comenzaron la tarea hacia las 8.30 horas.

El gerente de Algesa, Manuel López. explicó que tras una primera exploración “comprobamos que la vivienda se encontraba en un estado desastroso”. López relató cómo fueron encontrando a su paso comida acumulada de varios meses, piezas de pescado podrido y los excrementos originados por tres perros que la mujer tenía metidos en casa.

Durante toda la mañana y hasta las 14.00 horas, un vehículo de Algesa permaneció estacionado en la esquina de la calle Regino Martínez. Varios efectivos de la empresa municipal iban entrando y saliendo de la casa transportando diversos enseres: mobiliario, sofás, electrodomésticos, etc., para depositarlos en una cuba de 20 metros cúbicos de capacidad. En su ir y venir fueron encontrando roedores.

Resistencia
En un principio, la mujer se resistió a abandonar la vivienda, pero finalmente accedió a ser acompañada por técnicos de Bienestar Social, y fuentes consultadas por este diario indicaron que ayer mismo se le buscó un alojamiento temporal, donde permanecerá hasta que las instancias judiciales decidan sobre su posible ingreso en un centro psiquiátrico, o bien reubicarla en otra residencia, pero como la correspondiente tutela del juzgado.
Paralelamente, y durante los próximos días, se llevarán a cabo las actuaciones necesarias para reacondicionar la vivienda en cuestión, con idea de que vuelva a estar habitable.

Los hechos sorprendieron a los viandantes que transitaban durante la mañana por la zona centro de la ciudad, al observar una enorme grúa llenándose poco a poco de todo lo que los operarios de Algesa iban recogiendo. “Todo está absolutamente podrido e inservible y no podrá ser reutilizado, por lo que irá directamente a la basura”, sentenciaba el gerente de Algesa.

Pese a que la mujer tiene las facultades mentales trastornadas, este diario ha podido saber que tiene guardada gran cantidad de dinero en cuentas bancarias que, al parecer, han sido confiscadas por el Ministerio Fiscal a causa de la enfermedad mental de la mujer.

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