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Rincón Malillo vuelve a caerse tres años después

La Policía Local debió colocar vallas para impedir el paso

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  • El edificio dañado -

Uno de los cascos bodegueros de la calle Rincón Malillo -en el barrio de San Mateo- volvió a protagonizar un derrumbe parcial tres años después de que ya se produjera un hecho similar. En esta ocasión, y al igual que se hizo entonces, se ha optado por colocar unas vallas para impedir el paso de los viandantes y tratar de evitar males mayores.

El suceso se produjo a primeras horas de la mañana de ayer, siendo un barrendero el encargado de alertar a los vecinos, que pusieron el caso en conocimiento de la Policía Local y Bomberos. Sin necesidad de hacer una inspección técnica de la finca, los bomberos ya advirtieron del riesgo de derrumbe total de la misma.

El presidente de la asociación de vecinos del Centro Histórico, Alejandro González, no ocultó su indignación ante lo ocurrido, que a su juicio no es más que una nueva evidencia de la situación de abandono que viene padeciendo el barrio de San Mateo. Además, González expresó su malestar por el hecho de que ningún técnico de la Delegación de Urbanismo acudiera ayer al lugar de los hechos para realizar una inspección ocular del estado en el que se encuentra la finca.

“La Policía Local ha tenido que ir a por sus propias vallas y a cortar la calle y los bomberos dicen que hay que derrumbar toda la esquina de la finca porque se va a caer entera. Urbanismo no sirve absolutamente para nada, porque aquí no hay ninguna labor preventiva, se limitan a esperar a que se caigan las cosas para empezar a actuar”, denunció el presidente del colectivo vecinal.

En este caso concreto, ya se produjo un derrumbe hace tres años. Según Alejandro González, desde entonces no se ha adoptado ningún tipo de medida en relación con este antiguo casco bodeguero a pesar de que “la integridad de las personas peligra”. “Es cuestión de tiempo que esto se caiga entero”, añadió.

Los vecinos han perdido ya la pista del titular del edificio, que hasta hace apenas unos años pertenecía a un grupo bodeguero de Sanlúcar de Barrameda. Sin embargo, la finca fue vendida a un nuevo propietario, que en todo caso no ha ejecutado ninguna obra para garantizar la estabilidad del inmueble. 

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