Un agente de la Policía Nacional en segunda actividad, Juan Montiel, falleció hacia las 21.30 horas del pasado lunes víctima del tiroteo que protagonizó su vecino Francisco Luque, de 62 años, armado con una escopeta, desde una ventana superior de su vivienda en el número 10 de la calle Estornino, de la zona del Acebuchal.
Montiel, de 58 años, se encontraba desde hacía seis meses ejerciendo en segunda actividad en el puerto de Algeciras. En la noche del lunes, Luque se adentró en el patio de su casa y le disparó, causándole la muerte y provocando una gran conmoción en los vecinos. Después de este primer disparo, se recibió una llamada telefónica en la sala del 091 de la Comisaría de Algeciras, por la que se informaba de que se estaba produciendo un tiroteo.
Personados los primeros coches patrulla, fueron recibidos con tiros de escopeta. No obstante, ocuparon lugares estratégicos, tanto para evitar la fuga del asesino, como para impedir el paso de los vecinos y que por ello resultasen heridos.
Fue en ese momento cuando los policías divisaron el cuerpo inerte de Montiel yaciendo en el patio de la vivienda frente a la del agresor. Inmediatamente se activaron los protocolos habituales, participando agentes de los grupos de prevención de la seguridad ciudadana y efectivos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), así como los integrantes del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) llegados de Sevilla y Málaga, y un negociador de la Policía Judicial. Rápidamente, se acordonó la zona e incluso se desalojaron algunas casas.
Angustia
Según declararon testigos de los hechos, la esposa y la hija del fallecido llegaron a la zona entrada la noche y les impidieron el paso a través del cordón policial. Preocupadas, llamaron a Montiel, no recibiendo respuesta. Momentos después se enteraban de que “una persona había muerto”, si bien no se conoció su identidad hasta horas después.
El autor de los disparos estaba armado con cuatro escopetas, y durante las horas que permaneció atrincherado fingió tener a dos personas secuestradas. Además, profirió gritos a los agentes en tono chulesco, como “Venid a por mí”. A la vista de la actitud violenta del asesino, hacia las 5.15 horas se dio orden a los GOES de entrar en la vivienda. Después de un intenso intercambio de disparos,durante el que el perturbado lanzó unos 40 proyectiles a los GOES, se produjo la detención, a las 5.50 horas. Nadie más resultó herido.
Mientras el asesino era conducido a los calabozos de la comisaría de la avenida del Embarcadero, se daba cuenta a la autoridad judicial y el equipo forense para que se procediese al levantamiento del cadáver, que tuvo lugar a las 7.00 horas.
Tragedia
La historia qua hay detrás de la muerte a tiros de Juan Montiel acentúa la tragedia vivida ayer en Acebuchal. Francisco Luque, separado y con varios hijos, vivía solo y mantenía en los últimos tiempos una relación con una mujer de origen magrebí.
Afectado de una grave depresión y con un nódulo cancerígeno en el cuello, este vecino sufría supuestos problemas mentales. Mientras otros residentes le evitaban, Juan Montiel se ofreció como una voz conciliadora con la intención de escuchar sus problemas. Ayer, Luque reclamó la ayuda de Montiel dos veces. Su víctima le indicaba que aquello eran “problemas que tenían que solucionar ellos” y declinó su petición.
Pasados unos momentos, el asesino cogió una de sus escopetas, se adentró en el patio de la vivienda de su vecino y confidente y le disparó un tiro que acabó de inmediato con su vida.
Fuentes policiales comentaron que la razón por la contaba con el permiso necesario para tener cuatro armas de fuego en casa es porque era cazador.
Reacción
El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, lamentó ayer el asesinato en Algeciras de Juan Montiel.
A preguntas de los periodistas en Sevilla antes de presidir la reunión del Consejo Andaluz de Seguridad Ciudadana, López Garzón consideró que el asesinato de este agente en segunda actividad como “un hecho tremendo”.
Al hilo de este asunto, subrayó que “ha muerto un policía nacional, y hay que lamentar esta muerte”, recordando que fue en torno a las 22,30 horas del lunes cuando recibió la primera llamada en la que se le alertaba de que una persona se había “atrincherado” en su propia vivienda con cuatro escopetas, y que no logró ser reducido hasta las 5.15 horas.
Según explicó López Garzón, “al principio había una cierta confusión, pues se decía que podía haber un muerto”, lo que “luego, tristemente, se ha confirmado”.
Por su parte, las personas que conocían a Juan Montiel, algunos de ellos con altos cargos en la Policía Nacional de Algeciras, lo definieron como una persona “entrañable” y “un buen amigo”. Asimismo, señalaban que estaba casado, y que tenía una hija la cual estaba embarazada de ocho meses. “Estaba muy ilusionado con la idea de ser abuelo”, manifestaba un mando policial.