Vecinos de las calles San Pablo y Caballeros, que en los últimos años se han convertido en el punto de encuentro favorito de jerezanos y visitantes para disfrutar de la movida tanto durante el día como durante la noche, han decidido tomar la iniciativa constituyéndose en asociación. El pasado miércoles celebraron la asamblea constituyente de San Miguel Extramuros, el nombre elegido para un colectivo vecinal que está abierto a todos los residentes de su zona de influencia.
Ahora, a falta únicamente de inscribirla en el registro de asociaciones, este colectivo echará a andar para hacer frente común ante los “montones de problemas que tenemos”, señala su presidente Juan Antonio Jiménez. De la misma forma que no se han sentido arropados por la asociación vecinal de San Miguel en el conflicto que mantienen con los hosteleros y bares de la zona por sus problemas para conciliar el sueño, tampoco ocultan su decepción con el Ayuntamiento a la hora de velar por el cumplimiento de la normativa, que es lo que reclaman.
“No nos hemos sentido representados ni arropados ni por esa asociación de vecinos, ni por el Ayuntamiento. Pensamos que el sol sale para todo el mundo y todo el mundo tiene derecho a ganarse la vida, pero respetando unas normas, porque a nosotros no nos dejan dormir”, denuncia. La gota que ha colmado el vaso ha sido la suspensión de la declaración de Zona Acústicamente Saturadas (ZAS). una figura legal a la que tuvieron que acogerse hace justo un año y que restringía el horario de cierre y de veladores. Tras levantarse estas limitaciones, aseguran que han notado que los pubs de la zona se han vuelto a relajar. “Ha sido como un jarro de agua fría para nosotros, porque de buenas a primeras crean una zona ZAS y luego la quitan.
Con esa declaración estábamos más tranquilos pero ahora los bares se sienten arropados y hacen lo que les da la gana”. Ahora lo que esperan con esta asociación es “hacer más presión” ante el Ayuntamiento y aunar “más fuerzas” para defender su derecho al descanso frente a la diversión “ruidosa” en la calle. De momento, su primera medida será darse a conocer e iniciar una ronda de contactos, sin que descarten ninguna acción.
“Aquí no nos dejan dormir”
“El otro día a las dos de la mañana había 100 personas debajo de mi balcón y con un vaso en la mano, que eso es ilegal”, señala el presidente de la nueva asociación, que lamenta que haya hosteleros que “no respeten a los vecinos” Para Jiménez, el mejor ejemplo de que los pubs de la zona han cogido más confianza desde que se suspendió la zona ZAS es la intervención que tuvo que realizar recientemente la Policía Local. “A las tres de la mañana en casa de una vecina los decibelios de este local estaban por las nubes. Hacen lo que les da la gana. Le han precintado los equipos de música”, señala. Justamente este mes de julio se cumple un año de la entrada en vigor de la Zona ZAS suspendida por el Consistorio el pasado mes de febrero.
